Confirman dos nuevos feminicidios en Cuba: suben a 24 los crímenes machistas en lo que va de 2025

MIAMI, Estados Unidos. – El Observatorio de Género de la revista Alas Tensas (OGAT) y la plataforma de apoyo a víctimas de violencia de género YoSíTeCreo en Cuba (YSTCC) confirmaron dos nuevos feminicidios ocurridos en Cuba los días 4 y 5 de agosto, lo que eleva a 24 los crímenes mortales machistas verificados en la Isla en lo que va de 2025.

“Lamentamos dos nuevos feminicidios en Cuba, que evidencian una vez más las graves consecuencias de que el Estado no frene la violencia de género ni el alza general de la criminalidad en Cuba”, señalaron ambas entidades en sus redes sociales.

El 5 de agosto, Milagros Batista Estévez, de 56 años, fue asesinada por su expareja en su vivienda del reparto Alex Urquiola, en la ciudad de Holguín. De acuerdo con el OGAT, el crimen ocurrió “a pesar de varias denuncias previas a la Policía”.

Un día antes, el 4 de agosto, Mailenis Blanco Amor, de 47 años, fue asesinada en su hogar en Puerta de Golpe, municipio Consolación del Sur (Pinar del Río). Según el observatorio, tres desconocidos que se hicieron pasar por policías irrumpieron en la casa y perpetraron el hecho. 

El OGAT y YSTCC precisaron que no todo asesinato de una mujer vinculado a robos constituye feminicidio, pero en este caso “se evidencia el sesgo de género ya que los agresores esperaron a que la víctima se encontrará sola y ejercieron una violencia desmedida contra ella”.

Las organizaciones hicieron públicas sus condolencias a las familias de ambas víctimas: en el caso de Holguín, “a los dos hijos mayores de edad de Milagros, y sus nietos, demás familiares y personas allegadas, además de la comunidad que vivió momentos de terror provocados por el agresor y la inacción de la Policía”; y en el caso de Pinar del Río, “a los hijos mayores de edad de Mailenis, demás familiares y personas allegadas, que exigen justicia ante una evidencia de que el crimen organizado crece en Cuba”.

Ambas organizaciones indicaron que, hasta este martes, además de los 24 feminicidios, habían confirmado el asesinato de hombre por motivos de género y dos intentos de feminicidio. Además, precisaron que investigan cuatro alertas de crímenes machistas: una en Holguín, una en Santiago de Cuba, una en Villa Clara y una en Camagüey.

Más de una veintena de crímenes machistas en lo que va de 2025

A principios de julio pasado, el Observatorio de Cuba sobre Igualdad de Género (OCIG, estatal) reportó que los procesos judiciales concluidos en 2024 daban cuenta de un total de 76 mujeres cubanas de 15 años o más asesinadas por razones de género. (No se trata estrictamente de las víctimas de feminicidios ocurridos en 2024 en la Isla, sino solo de las involucradas en procesos judiciales concluidos ese año y recogidos por el Subsistema de Información Estadística Complementaria del Tribunal Supremo Popular). 

Aunque el informe oficial del OCIG evitó emplear el término “feminicidio”, la estadística corresponde, según sus definiciones, a casos de violencia de género extrema que derivaron en homicidios intencionales. De los 76 asesinatos judicializados, 55 fueron perpetrados por la pareja o expareja de la víctima, y 21 por otras personas conocidas.

Desde 2019, el OGAT y YSTCC han logrado verificar 267 feminicidios en Cuba, a pesar de operar en un entorno hostil caracterizado por la criminalización del activismo feminista, el acceso restringido a fuentes institucionales y la inexistencia de una tipificación legal del feminicidio en la legislación cubana.

Mientras las autoridades utilizan expresiones como “asesinato por razones de género” o “violencia de género extrema”, los colectivos independientes insisten en la necesidad de nombrar el problema como feminicidio y exigen la creación de protocolos públicos de registro y una ley integral contra la violencia de género.

El Estado cubano no publica de forma sistemática estadísticas anuales con metodología detallada ni ofrece datos desagregados con enfoque interseccional accesibles a la ciudadanía. Esta opacidad institucional sigue siendo un obstáculo para dimensionar la verdadera magnitud del fenómeno.