China en auxilio de su aliado cubano: dona material para instalar 120 megawatts de generación eléctrica

Mientras el diario oficial Granma publicó sobre el acto de recibimiento de un nuevo cargamento donado por el Gobierno de Xi Jinping para la instalación de energía solar en la Isla, el programa oficial Mesa Redonda de la televisión estatal dedicó su emisión del miércoles 19 de marzo a hacer control de daños tras el reciente apagón total con promesas de levantar este año 50 parques fotovoltaicos para generar más de 1.000MW.

Sobre el auxilio de Pekín, el órgano del Partido Comunista precisó que se trata del primer envío de insumos para la ejecución del proyecto de instalación de otros 120 megawatts (MW) de potencia en parques solares fotovoltaicos y ya se distribuye hacia los territorios donde se emplazarán.

En el acto de recibimiento, realizado en una fecha reciente no precisada, en una base logística a pocos kilómetros del puerto de Mariel donde se encontraban las primeras partes y piezas de los primeros siete parques de 5MW, la viceministra del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Déborah Rivas Saavedra, agradeció al Gobierno chino «la alta sensibilidad y la comprensión para agilizar la implementación del proyecto».

Según Rivas, estos siete parques se ubicarán en las provincias de Artemisa, Pinar del Río, Las Tunas, Holguín, Granma y Guantánamo, y los recursos de todo el proyecto se completarán en el primer semestre del presente año.

Calificó el proyecto como un «símbolo de la estrecha y solidaria cooperación entre ambas naciones», que comprende «una segunda fase por otros 85MW, para un total de 120MW, los que serán instalados en el año 2025«.

En palabras de Hua Xin, embajador de China en Cuba, la instalación de estos parques, que se lleva a cabo entre la empresa Shanghai Electric y la estatal Unión Eléctrica de Cuba, significará una considerable reducción en el consumo de combustibles, además de disminuir las afectaciones energéticas e inyectar vitalidad al desarrollo económico de la Isla.

Por otra parte, Ovel Concepción Díaz, director de generación con fuentes renovables de energía del Ministerio de Energía y Minas (MINEM), dijo este miércoles en la Mesa Redonda que hay un macroprograma que prevé la instalación de 92 parques fotovoltaicos con un total de 2.012 MW, de los cuales se instalarán más de 1.000 MW este año con el montaje de más de 50 parques en todo el país.

Según el funcionario, el proyecto también contará con cuatro emplazamientos con acumulación de energía de 50 MW de potencia, para un total de 200 MW, que permitirá compensar la variabilidad que provoca la generación fotovoltaica a medida que se vaya integrando al sistema.

En palabras de Concepción Díaz, «este proceso es una necesidad para el país, ya que más del 40% del combustible utilizado en la generación de electricidad es importado, mientras que el 95% de la energía se produce con combustibles fósiles».

«Cuando tengamos 1.000 MW instalados, alcanzaremos el 8% del 24% pronosticado, lo que permitirá ahorrar más de 400.000 toneladas de combustibles», celebró.

En el mes de febrero se terminaron dos parques, uno en La Habana, en el Cotorro, y otro en Cienfuegos, como parte de ese macroprograma.

«Como promedio, esos parques fotovoltaicos están generando entre 120 y 140 MW, que nos permite ahorrar por cada parque fotovoltaico unas 35.000 toneladas de combustible. Ya se están viendo los resultados. En el mes de marzo tenemos planificado la conclusión de otros seis parques fotovoltaicos, que son 131,2 MW», dijo Concepción Díaz, quien admitió que se trata de una inversión de «gran envergadura».

El Gobierno cubano se ha planteado una Estrategia para la Transición Energética con la que pretende salir, en el corto plazo, de la crisis provocada por termoeléctricas obsoletas y el gasto millonario en petróleo y sus derivados en los mercados internacionales en medio de la escasez de divisas que dice enfrentar, pero que no le impiden invertir en turismo.

En el más reciente cuento de hadas, La Habana se plantea producir el 24% de la electricidad del país a través de fuentes renovables de energía y hacerlo antes de 2030 en medio del pantano en que se encuentra la matriz energética en la Isla y cada vez más desconexiones totales del sistema.

El potencial de las energías renovables en Cuba se concentra en la energía solar fotovoltaica y la eólica.

En otro de los planes ambiciosos y de difícil cumplimiento del régimen, las autoridades pretenden que, para la década de 2030, Cuba alcance el 100% de generación con base en las fuentes nacionales de energía, es decir, petróleo crudo y gas acompañante.

La meta del plan gubernamental es que, para 2050, Cuba haya completado la transición energética, y sea capaz de producir el ciento por ciento de electricidad con fuentes renovables de energía.

En un artículo reciente publicado en DIARIO DE CUBA, el economista Emilio Morales escribió:«Sin una matriz energética eficiente y estable ninguna economía de este mundo puede prosperar. En el depauperado estado en el que se encuentra el sistema electroenergético nacional, es una misión imposible para la economía salir adelante. Actualmente menos del 50% de la capacidad total de generación de energía basada en el petróleo y en la generación distribuida está operativa«. 

En cuanto a las energías renovables, argumentó: «Estas inversiones requieren de millonarios financiamientos a los que el país no tiene acceso por ser mal pagador y por tener una abultada deuda externa que no es capaz de pagar. En todo caso, si apareciera algún inversor dispuesto a invertir en la Isla en proyectos de energía renovable sería un fracaso, pues no hay forma de recuperar el capital invertido, la población no tiene ingresos para poder pagar la factura eléctrica que genera una inversión como esa. El país apenas exporta y los pocos ingresos que tienen se invierten en compra de alimentos y, absurdamente, en proyectos de construcción de nuevos hoteles».