Cauca bajo fuego: disidencias hirieron a militares en ataque con drones y mantienen hostigados a tres municipios

El departamento del Cauca volvió a ser escenario de una jornada violenta protagonizada por las disidencias de las Farc. En las últimas horas, al menos cuatro militares resultaron heridos en un ataque con explosivos lanzados desde drones, mientras que otros municipios vivieron intensas confrontaciones y hostigamientos que elevaron la tensión en esta golpeada región del suroccidente colombiano.

El ataque más grave se registró en la vereda Caspicaracho, corregimiento de Olaya, en el municipio de Balboa. Allí, unidades de la Brigada Contra el Narcotráfico N.º 3 del Ejército fueron blanco de un bombardeo improvisado con artefactos explosivos adaptados a drones. Según las autoridades, la ofensiva fue ejecutada por el grupo armado residual Carlos Patiño, una de las estructuras al servicio de las disidencias comandadas por alias Iván Mordisco.

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El saldo fue de un suboficial y tres soldados heridos, todos con lesiones provocadas por esquirlas. Aunque las heridas no comprometieron su vida, los militares fueron estabilizados en el lugar por personal médico de las Fuerzas Armadas y luego trasladados a centros de atención especializados.

“El uso de drones para ataques con explosivos evidencia la capacidad de adaptación tecnológica de estos grupos armados”, advirtió el general Federico Mejía, comandante de la Tercera División del Ejército. El alto oficial también destacó que la rápida reacción de las tropas permitió asegurar la zona y prevenir afectaciones mayores, tanto al personal militar como a la población civil.

Pero los hechos de violencia no se limitaron a Balboa. En Belalcázar, jurisdicción del municipio de Páez, el frente Dagoberto Ramos —también alineado con las disidencias de “Iván Mordisco”— hostigó con armas de fuego la estación de Policía local. Aunque no se reportaron heridos, el ataque generó pánico entre los habitantes.

Más al norte, en Corinto, se vivieron momentos de zozobra durante la noche debido a enfrentamientos entre dos estructuras ilegales: el frente Dagoberto Ramos y el frente 57 Yair Bermúdez, también asociados con las disidencias. Los combates ocurrieron en el barrio El Pedregal y zonas aledañas, donde se escucharon ráfagas de fusil y explosiones. Hasta el momento, no se han confirmado víctimas, pero la comunidad permanece en estado de alerta.

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Los recientes hechos reflejan un recrudecimiento del conflicto armado en el Cauca, donde las disputas por control territorial, rutas del narcotráfico y presencia institucional se traducen en ataques cada vez más sofisticados y constantes. Organizaciones sociales y defensores de derechos humanos han exigido una intervención inmediata del Estado para evitar que la violencia continúe escalando.