
Armando Campuzano destapa el sistema de traiciones en los medios oficialistas de Cuba
- Cuba
- mayo 6, 2025
- No Comment
- 7
MADRID, España.- El experiodista deportivo cubano Armando Campuzano ofreció una reveladora entrevista al canal de YouTube El Mundo de Darwin, donde habló sin tapujos sobre las traiciones y manipulaciones vividas durante más de tres décadas en los medios oficiales de Cuba.
En sus declaraciones, Campuzano expone los entresijos de la televisión cubana, denuncia las dinámicas tóxicas de poder y señala con nombres y apellidos a quienes considera responsables del deterioro profesional y humano que vivió antes de exiliarse en Canadá.

La traición de Rodolfo García y el ambiente hostil dentro de los medios
Uno de los testimonios más destacados fue el de su ruptura con el también narrador deportivo Rodolfo García, a quien Campuzano consideró su amigo cercano durante muchos años. “Fue mi gran amigo hasta que me traicionó”, dijo, y relató que su relación con García se remonta a sus inicios en la emisora COCO en los años 80, y fue tal su cercanía que Rodolfo llegó a ser testigo de su boda.
Sin embargo, el vínculo cambió radicalmente al ingresar ambos en la televisión nacional. “Fue una de las personas a las que le agradecí mucho por todo lo que me ayudó por los años 1983 a 1985. Fue incluso testigo de mi boda hace casi 30 años, eso te dice el nivel de amistad que había. Pero ya con mi entrada a la televisión cubana, Rodolfo dio el cambio… Pero yo soy una persona muy agradecida y aprendí a olvidar muchos traspiés que me puso y varias puñaladas por la espalda. Yo me las sentía, pero me convencía de que no había sido él”.
Campuzano denunció que García manipulaba a los colegas y se plegaba a los jefes para ganar favores y poder dentro del medio. “Rodolfo siempre aplicó aquello de divide y vencerás. Lo hacía entre todos los narradores deportivos. Su labor era esa, incluso sin tener ningún cargo. Él lo hacía por maldad, sin que nadie lo mandara. Profesionalmente, es muy buen narrador, pero como persona un hijo de p*** de los grandes”.
“Para un determinado viaje, el jefe del deportivo se sentaba a escoger los que irían. Y Rodolfo siempre estaba presente en esas reuniones. Todo puesto a dedo, sin ser jefe de nada. Él fue jefe del deportivo en Tele Rebelde durante cerca de un año, pero aún sin serlo, ya tenía esas facilidades”, relata.
Además, describió el mecanismo informal y arbitrario con el que se decidían los viajes de trabajo: “A veces ocurría en una trasmisión deportiva en el interior del país. Cuando se terminaba, durante la compartidera con ron y demás, ahí determinaban a quién llevar y a quién no. De esa manera quedaba constituido el staff de narradores. Yo nunca participé en esas reuniones y me enteraba por los comentarios de otros colegas que lo decían luego cuando alguno reclamaba el por qué no había sido seleccionado. Por supuesto, ahí era donde me dejaban fuera”.
El sistema, denuncia Campuzano, fomentaba la traición entre colegas y destruía cualquier posibilidad de lealtad profesional. “En la televisión no hay amigos. Eso quizás lo dio el sistema mediocre ese que nos tocó vivir, donde tú eres capaz de traicionar a otro por un viaje, un programa de televisión o una plaza. Por eso, no hay amigos, me sobran los dedos de una mano para mencionarte mis únicos amigos, los cuales entraron después que yo y ya no están en la televisión”.
Censura, castigos y represalias
Otro de los puntos centrales de la entrevista fue el relato de cómo Campuzano fue sistemáticamente marginado y castigado por su actitud crítica y su independencia profesional. Todo comenzó a agravarse en 2015, durante los Juegos Panamericanos de Toronto. Por aquel entonces, “tenía solvencia económica familiar”. Pidió vacaciones durante los propios Juegos y sacó pasaje para Toronto.
“Los jefes de la televisión cubana pensaron que yo me iba de vacaciones para Varadero o algo así. Nosotros sacamos tickets para el juego de béisbol entre Cuba y Estados Unidos… Pero ahí nos tomaron las cámaras y eso creó un revuelo tremendo. Armando Campuzano con su esposa sentados viendo el partido…”, recuerda.
A su regreso a la isla, comenzaron las represalias. “Un compañero me comentó que se estaba planeando contra mí una sanción de tres meses sin salario. Obviamente yo me defendí como gato boca arriba, dije que eran mis vacaciones y mi salario y que yo iba a donde quería”.
Aunque evitó la sanción formal, Campuzano fue desplazado sistemáticamente. “Me dejaron fuera de un Preolímpico de Boxeo en Trinidad y Tobago… Yo hablaba muy bien el idioma y era muy fácil escogerme como narrador, pero me volvieron a dejar fuera. Fueron muchas cosas que me fueron mellando y antes de meterme en problemas tomé mi decisión”.
El detonante final fue un altercado con un agente de policía. “Me caí a golpes con un policía en la calle, con uniforme puesto. Me venían a dar una advertencia, no recuerdo ahora el motivo. El tono de la conversación fue subiendo y nos fuimos a las manos los dos. Estuve dos días en un calabozo y ahí empecé a hablar todo lo que pensaba. Dije que todo era una mierda, que eran unos represores. (…) Esa fue la gota que colmó el vaso. Me dije que eso había sido mandado por la televisión cubana. Ya era mucho lo que yo tenía arriba, no era confiable para los viajes y era su forma de limpiarse”. Yo quizás era muy bueno, era necesario, narraba muchos deportes, pero ya saldrán otros muchachos”, relata.
Exilio y visión desde la distancia
Campuzano decidió exiliarse en 2017 junto a su esposa e hijos. El destino fue Canadá, país donde había viajado años antes y donde vio la posibilidad de una vida diferente: “Decidimos por Canadá porque, bajo ningún concepto, podíamos dejar a los niños atrás. No queríamos salir y luego reclamarlos. Si me metían preso en Cuba, no importaba, porque estaríamos todos en Cuba”.
Ya desde el exilio, su visión del sistema fue tomando aún más claridad. “Nuestro viaje a Canadá nos abrió mucho los ojos. Mi esposa y yo ya habíamos viajado a Estados Unidos por motivos personales, pero a los niños les negaron las visas. Entonces pedimos las de Canadá para ellos, los aprobaron, viajamos a Canadá y nos quedamos”.
Durante la entrevista, el periodista también se refirió a figuras como Julita Osendi, a quien criticó por su postura acomodaticia frente al poder durante su carrera: “Hoy está en Miami y hace críticas, pero son suavecitas. Yo creo que es una oportunista y es lógico. Ella sabe que aquello es una mierda y también sabe que perdió toda su vida en eso. (…) le conviene vivir ahora en el capitalismo donde tiene McDonalds, Walmart, Costco, puede comprarse un carro a crédito y tener la vida que ella quizás hubiera deseado tener en ese momento. Pero bueno, yo comparto la opinión contigo, es oportunismo puro”.
A diferencia de otros colegas que han buscado reconstruir sus carreras mediáticas en el exilio, Campuzano asegura no sentir nostalgia por los micrófonos ni por la exposición pública. Su prioridad, afirma, ha sido reconstruir su vida con dignidad y libertad junto a los suyos: “Con mi trabajo he ayudado a mantenernos aquí la familia completa en Canadá. No extraño mi profesión, la verdad. Vale más vivir en libertad y hacer lo que tú quieres, incluso escribir un libro para denunciar la dictadura cubana. Nos ha ido bien a toda la familia, me he realizado. No siento añoranza por narrar”.