¿Alta velocidad y sin frenos? Lo que no se sabía del accidente del esquema de Vargas Lleras

“En un absurdo e inexplicable accidente murieron el Sargento León, quien me acompañó durante 21 años, brindándome protección. Soldado Universal, como le decíamos cariñosamente, era también enfermero. Me socorrió en varias oportunidades, salvándome la vida. A su mujer, Jennifer y a sus hijas Isabella, Gabriela y Emilia todo mi cariño y apoyo en estos momentos. Igualmente, falleció el Subintendente Daniel Montes quien me acompañó por más de diez años. Estaba casado con Margley y tenía tres hijos, Michael, Mariana y Daniel. Estamos con ustedes”, escribió Vargas en sus redes compartiendo las fotografías de las personas que murieron.

También se refirió al sobreviviente que se encuentra más grave y lanzó una fuerte aseveración: “Muy delicado se encuentra Víctor Hugo Salinas, quien perdió un riñón en el accidente. Milagrosamente salvaron su vida el comisario Saul Hernández, quien ha hecho parte de mi esquema por más de 20 años y Julio César Pérez, que se integró a éste por más de 18. Todo esto se habría podido evitar si hubieran recibido el apoyo en tiquetes aéreos y viáticos. Espero que se avance en una investigación que nos permita tener mayor claridad de lo sucedido en esta desgracia”, agregó.

EL COLOMBIANO conoció detalles no conocidos de este accidente e investigó qué hay más allá de la “falta de apoyo en tiquetes aéreos y viáticos” a la que hace referencia el exvicepresidente.

Las autoridades manejan dos hipótesis sobre el motivo del accidente: exceso de velocidad y una falla mecánica que sería en los frenos. Esto, sumado al hecho de que el siniestro ocurrió en una zona de “curvas sucesivas”. Este diario accedió a un informe de la Policía que generó un reporte a la 1:40p.m, 25 minutos después de que se perdiera señal del GPS: “Vehículo se realizaba desplazamiento sentido vial Cúcuta -Bogotá RUTA 55, a la altura del Km 3 pierde el control al parecer fallas mecánicas. Vehículo de placas NFV 363 Camioneta Toyota TX (sic)”, dice el documento y agrega que los detalles de las personas fallecidas y de las “lesionadas” que fueron trasladadas a centros de salud.

En efecto, según las placas, el vehículo modelo 2024, pertenece a la empresa de seguridad Neosecurity LTDA que le arrienda camionetas a la UNP hace por lo menos una década. En este caso fue a través del contrato 2547-2024: el vehículo tenía 32.400 km en el accidente y había sido la misma camioneta que viajó más de 12 horas desde Bogotá para acompañar al político horas antes. Según un comunicado de esa empresa, “el pasado 23 de enero de 2025 se llevó a cabo el último mantenimiento preventivo a dicha camioneta en uno de los talleres autorizados y certificados por Neosecurity. El vehículo fue entregado a conformidad con 30.891 kilómetros, a un miembro del esquema del protegido”. Entre esa revisión y el accidente –42 días– el vehículo recorrió 1.509 km lo que sería un uso “promedio” de un esquema de seguridad de esas características.

La empresa aclara que “no se hizo solicitud adicional de revisión al respecto ni se recibió ningún tipo de manifestación sobre algún problema de desempeño de la camioneta”. Pero una fuente reservada de la UNP controvierte lo dicho por Neosecurity y señala que “no era necesario que la UNP autorizara un desplazamiento por tierra de un vehículo rentado. Había vehículos propios de la UNP disponibles y sin usar. ¿Por qué no los usaron?”

EL COLOMBIANO conoció en primicia los detalles de un documento de la UNP en el que describen otros detalles adicionales a la logística en las horas previas al accidente: “UNP dispuso de un vehículo adicional de apoyo en Cúcuta y una persona de protección”.

Ese vehículo, según fuentes, es propiedad de la UNP y está prácticamente nuevo. Se encontraba en esa ciudad pues en días previos iba a reforzar la seguridad del presidente Gustavo Petro al Catatumbo. Usualmente hay varios vehículos que el esquema presidencial (y otros) tienen como “plan b” disponibles ante cualquier contingencia. “(El esquema de Vargas Lleras) pidió desplazamiento terrestre para las dos personas de protección que sufrieron el accidente. Pidieron viáticos y pasaje aéreo para una persona de protección de la UNP que viajó con el protegido”, agrega el informe.

Incluso se habla de que antes de que el exvicepresidente viajara a Cúcuta, el coordinador del esquema avisó a la UNP del desplazamiento y solicitó un solo tiquete para el escolta que lo acompañó desde Bogotá hasta esa ciudad y de regreso.

Otra fuente enterada confirma esa información y agrega: “A Vargas le prestaron una camioneta blindada en Cúcuta pero le habrían podido prestar otra nueva, si era necesario”.

Sin embargo, algunos sindicatos de la UNP –opositores a la gestión del director Augusto Rodríguez– señalan una serie de errores que coinciden con la crítica del exvicepresidente Vargas Lleras cuando se pronunció sobre el accidente. Según la Asociación Sindical de Empleados de la Protección (ASEP), hubo “fallas en el servicio” por la “falta de aplicación a protocolos de seguridad, planeación y prevención en la operación del programa protección”.

En concreto, señalan que el personal de protección fue expuesto a “un desplazamiento tan largo” que los puso en riesgo. Además, aseguran que estaba disponible una camioneta “Toyota blindada, placa terminada en 43, de propiedad de la entidad parqueada y sin usar en regional Cúcuta-UNP. ¿Prefirieron pagar renta de vehículo, combustible y viáticos por más de tres días existiendo personal de apoyo y camioneta disponibles en Cúcuta?”, dice el sindicato.

La misma crítica hizo Vargas Lleras que “todo esto se habría podido evitar si hubieran recibido el apoyo en tiquetes aéreos y viáticos”. Al respecto, EL COLOMBIANO investigó y conoció que el coordinador del esquema del exvicepresidente habría sido quien dispuso que el regreso de los escoltas fuera por tierra en ese vehículo, entre otras cosas porque no podía pedir viáticos para todos los miembros del esquema pues es “mixto”. Es decir, que no todos son de la Unidad Nacional de Protección sino también de la Policía.

Por ley, la UNP no puede ni debe disponer viáticos a personas que no son del resorte de su entidad, pero los sindicatos opositores a Rodríguez señalan a este diario que pudo haber mejor coordinación entre el líder de esquema y la subdirección de protección encargada de los viáticos al personal adscrito. Además, señalan que este sería otro caso más “precarización laboral a la que nos tienen sometidos pues nos hacen trabajar en turnos demasiado largos y descansos cortos”, dice un escolta bajo reserva.

Este diario envió un cuestionario a la Unidad Nacional de Protección para conocer su versión de los hechos, pero extraoficialmente fuentes de la entidad aseguraron que prefieren no pronunciarse para no caer en “especulaciones sobre el accidente hasta tanto no se conozca los resultados de los peritos de las autoridades”. Además, señalan que “este tema no puede ser político y debe adelantarse una investigación técnica”.

Otras fuentes de la entidad, también extraoficialmente, dicen bajo reserva que “más nueva que esa camioneta que se accidentó, difícil. Esa era una de las más nuevas (…) Solo dos personas del esquema eran de la UNP. No se tiene incidencia en determinar viáticos y tiquetes de los otros tres accidentados. El coordinador del esquema solicitó que solo una persona acompañara a Vargas Lleras en el avión”.

Este parece ser otro caso de autoridades que “se pasan la pelota” de la responsabilidad y de mejoras institucionales que requieren entidades encargadas de la seguridad y protección de los colombianos.

Lo cierto es que no es la primera vez que Vargas Lleras pierde a personas de confianza que lo protegían y que la muerte ronda tan cerca. El exvicepresidente ha sufrido varios atentados que por poco le costaron su vida con secuelas en su cuerpo y también se accidentó gravemente montando bicicleta.