‘Cuba tiene serias dificultades con la refinación y almacenamiento del petróleo importado’

Las colas de barcos con cargamentos de combustible importado en los puertos de Cuba, así como la demora en que ese producto llegue a las refinerías, en unos casos, y a las termoeléctricas y puntos donde se ubican los grupos electrógenos, en otros, ponen en evidencia que la crisis eléctrica que padece la Isla no se debe solo a la escasez de carburantes o a las averías en las plantas generadoras.

Así lo hizo saber a DIARIO DE CUBA Jorge Piñón, investigador no residente del Instituto de Energía de la Universidad de Texas, quien apunta que «la sobrestadía de más de 90 días del tanquero Corossol, que partió de La Habana tras descargar el resto de su carga, después de hacerlo primero en Matanzas, y el largo y complejo trasbordo del Akademik Gubkin, son claras señales de las dificultades que tiene la logística marítima del petróleo crudo y los combustibles en Cuba».

Señala Piñón que el petrolero ruso Akademik Gubkin, que arribó a la bahía de Nipe, en Holguín, el pasado 18 de febrero con unos 700.000 barriles de petróleo crudo de los Urales destinado a las refinerías cubanas, debió trasbordar ese enorme cargamento, por valor de alrededor de 55 millones de dólares, a otros buques.

«Los petroleros de bandera cubana Lourdes, Vilma y Delsa (todos propiedad del conglomerado empresarial de los militares cubanos, GAESA) arribaron a la bahía de Nipe los días 20 y 27 de febrero y 4 de marzo, respectivamente, para iniciar lo que fue una prolongada operación de dos semanas de trasbordo y posiblemente mezcla con petróleo pesado venezolano», señala el investigador.

«El Vilma partió de la bahía de Nipe con un estimado de 330.000 barriles (basado en su calado) de petróleo crudo el 1 de marzo, y llegó a la refinería de petróleo de Santiago de Cuba el 3 de marzo. Esto indica una breve operación de refino de aproximadamente 20 días», añade Piñón.

Mientras, el Lourdes y el Delsa siguen en Nipe. «¿Por qué no en rumbo a la refinería de La Habana o Cienfuegos, puesto que el país necesita urgentemente los derivados de su petróleo crudo?», se pregunta.

El investigador precisa que el Akademik Gubkin, bajo sanciones del Departamento del Tesoro de EEUU, terminó su operación de trasbordo y/o mezclado en Cuba el domingo 8 de marzo y ya navega con «destino desconocido».

«Además de los problemas financieros y de pagos, en nuestra opinión Cuba enfrenta serias dificultades con la logística, almacenamiento, refinación y distribución y calidad del petróleo crudo y los combustibles, en particular las refinerías de petróleo crudo», advierte Piñón.

«Las refinerías de petróleo operan en su caso óptimo con un flujo continuo e ininterrumpido de petróleo crudo, y bajo ciertas condiciones en lo que se llama ‘operación por lotes’ (batch run); esto, debido a bajos inventarios o a una entrega poco confiable de materia prima programada», explica. «Esta no es la mejor forma de operar».

«Esta es la situación en que estimamos estén las refinerías cubanas por no tener un suministro de petróleo crudo estable, así como resultado de problemas técnicos operativos que puedan sufrir. Igual que las termoeléctricas, las refinerías de petróleo cubanas tienen en promedio de más de 50 años de explotación. Son plantas simples y obsoletas. Solamente la refinería de La Habana tiene limitada conversión con una planta de craqueo catalítico», apunta.

Todo lo anterior explica la situación que ya experimenta el tanquero Marlin Aventurine, con un cargamento de unos 330.000 barriles de combustible comprados en Francia por GAESA. El buque llegó a la costa de Matanzas la pasada semana y permanece fuera de la bahía de esa ciudad desde hace cinco días.

«Estoy seguro de que el Marlin Aventurine va a tener que esperar a que el volumen descargado por el Corossol en Matanzas y ahora en La Habana sea trasladado a otras terminales; los tanques de almacenamiento tienen que estar llenos», señala Piñón.

No obstante, es muy probable que también la carga de ese barco sea trasbordada: «Los buques de cabotaje Primula y el Caribbean Alliance acaban de entrar en Matanzas», precisa el investigador.

Mientras, la estatal Unión Eléctrica de Cuba indicó en su parte diario sobre la crisis de apagones que sufre el país que el lunes 10 de marzo hay 56 centrales de generación distribuida (383 MW entre todas) sin operar por «escasez de combustible».