Masones terminan con la dictadura de Filema al elegir un nuevo Gran Maestro

LA HABANA, Cuba – José Manuel Valdés Menéndez-Cuesta, masón la logia Federico Valdés del municipio Cotorro, en La Habana, fue elegido como nuevo Gran Maestro (GM) de la Gran Logia de Cuba (GLC) tras elecciones generales desarrolladas este sábado en el Edificio Nacional Masónico ubicado en la capital. De esta forma, los masones culminan con la dictadura de Mayker Filema.

La sesión inició en la tarde del sábado pese a que los representantes de unas 130 logias del país estaban desde temprano. Masones consultados por CubaNet explicaron que, debido a las presiones del Ministerio de Justicia (MINJUS), pese a que Filema había sido destituido previamente, se vieron obligados a aceptarlo para que presidiera la sesión. Filema, quien se había comprometido a realizar las elecciones generales, demoró la sesión alegando que solo aceptaba la presencia de los representantes de logias que no estuviesen suspendidas, o sea, aquellos que se opusieron a sus violaciones a la legislación masónica y que eran la gran mayoría de los presentes.

“Toda la mañana estuvimos en ese forcejeo porque esas suspensiones fueron ilegales y todos esos hermanos tenían derecho a estar allí. De haberlo aceptado, apenas una veintena se hubiesen podido quedar”, relató uno de los testigos.

Finalmente, sobre el mediodía, Filema dijo que se retiraba, con lo cual daría por terminada la sesión. Sin embargo, “esta vez ya contábamos con la experiencia y no lo permitimos: el hermano Kessel, como Diputado Gran Maestro (el equivalente Vicepresidente), se levantó y dijo entonces que, de acuerdo a nuestra ley, al estar incapacitado el GM, el Diputado puede continuar con la sesión y así lo hizo”, narró otro de los consultados.

Junto a Filema se retiraron algunos de sus fieles seguidores, pero dos de ellos se quedaron, manifestando su desacuerdo con la decisión y, como tal, respaldando a la Alta Cámara Masónica (reunión de los representantes de las logias del país, el equivalente al Parlamento en la Masonería); ellos fueron Juan Carlos Yero y Juliannis Galano, Gran Tesorero y Gran Secretario, respecticamente.

De esta forma, los masones continuaron con la sesión e incluso pudieron desarrollar las elecciones generales donde resultó electo Manuel Valdés.

El dictador

Filema sustituyó a Mario Urquía como GM tras la renuncia de este en agosto de 2024. Seis meses más tarde, con el objetivo de perpetuarse en el poder, abandonó la sesión anual de la Alta Cámara cuando los masones le exigían desarrollar las elecciones generales que establecían las leyes masónicas. Un mes más tarde, la Alta Cámara lo destituyó pero el MINJUS se negó a reconocer la decisión amparados en la Ley 54 o Ley de Asociaciones, mediante la cual se arrojan la potestad de aprobar o no los acuerdos de las logias y de su Alta Cámara.

Ello resultó en tensiones internas y con las instituciones gubernamentales que fueron denunciadas en una conferencia de prensa en la GLC. Ante las denuncias de injerencia, el Ministro de Justicia compareció en la televisión nacional para negarlas e intentar explicar la postura gubernamental. A la par, la Seguridad del Estado citaba y amenazaba a los líderes de la revuelta. A Juan Alberto Kessel Linares, designado GM por Sustitución Reglamentaria (hasta la convocatoria a elecciones) lo citaron en al menos dos ocasiones e incluso le impusieron una medida cautelar de reclusión domiciliaria.

Uno de los momentos más álgidos se evidenció el 6 de julio último, cuando unos dosciendos masones se reunieron en la GLC para evitar que Filema continuara usurpando el cargo. Los “filemistas” intentaron impedir el paso al edificio, pero los segundos se abrieron paso cantando el Himno Nacional Cubano, un grito de guerra escrito por masón.

Sin embargo, el MINJUS desoía la voluntad de los masones y respaldaba a Filema. En el mes de marzo último, este volvió a aplazar la sesión de AC por supuestas amenazas en su contra. Finalmente, la sesión tuvo lugar este sábado.

Un nuevo camino

José Manuel Valdés Menéndez-Cuesta tiene más de 25 años de experiencia en la Masonería dentro de la Isla. Su candidatura se presentó con el lema “Unidos somos más fuertes”; llega en un momento en el que los masones, luego de casi dos años de conflictos internos y con el oficialismo, y de dos grandes maestros destituidos, necesitan recuperar la legalidad y el prestigio.

“Ahora solo queda esperar a que el MINJUS lo apruebe, pero esperamos que así sea porque a ellos (al régimen) ya Filema no les es útil, además, no les conviene tener a más de 15.000 hombres revueltos tanto tiempo, y la indignación es generalizada”, afirmó uno de los testigos bajo condición de anonimato. 

Otro masón consultado expresó: “Es un hombre decente y honesto. Confiamos en que, junto a su equipo, sea capaz de asumir los nuevos retos que se nos presentan, pero, sobre todo, recuperar nuestra independencia, deshacernos de los traidores e infiltrados, y encauzar a la Orden por los caminos de la virtud, el honor, la fraternidad y la libertad”.