
Trump señaló a Petro de ser un líder narco y ordenó frenar ayuda
- Colombia
- octubre 20, 2025
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Al parecer al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se le rebosó la copa con su homólogo de Colombia, Gustavo Petro, y estalló. Apenas 48 horas después de que el autodenominado Congreso de los Pueblos, un grupo de encapuchados con flechas, atacara la Embajada de Estados Unidos en Bogotá, sin que Petro se pronunciara, Trump lanzó su más duro mensaje contra el mandatario colombiano.
El jefe de Estado de la potencia norteamericana dejó atrás la paciencia que había tenido en ocasiones anteriores y arremetió: “El presidente Gustavo Petro es un líder del narcotráfico que fomenta fuertemente la producción masiva de drogas, en grandes y pequeños cultivos, por todo Colombia”.
Petro, por su parte, ha usado su cuenta de X (antiguo Twitter), una red social que Trump no usa, para responder y sugerir que acudirá a la cancha en la que cree que mejor se mueve: la movilización, a pesar de que en los últimos tiempos la calle no ha respondido a sus convocatorias: solo las que organizan con transporte y almuerzo pagado funcionan.
El presidente de Estados Unidos, además, a través de su cuenta en Truth Social, anunció la suspensión inmediata de todos los recursos económicos que su país destina para apoyar la lucha antidrogas. Se trata tal vez del peor momento de la historia de la relación entre ambas naciones —solo comparable con el gobierno de Ernesto Samper— y tiene que ver con llegada al poder de Trump y el primer presidente de izquierda en la historia de Colombia.
Le puede interesar: Trump confirma operaciones de la CIA en Venezuela y Maduro advierte que Estados Unidos busca forzar su salida.
Estas declaraciones se producen poco después de que Gustavo Petro cuestionara públicamente una operación gringa en el mar Caribe, en la que un ciudadano colombiano perdió la vida. “Se ha abierto un nuevo escenario de guerra: el Caribe. Indicios muestran que la última lancha bombardeada era colombiana con ciudadanos colombianos en su interior. Espero que aparezcan sus familias y denuncien. No hay una guerra contra el contrabando hay es una guerra por el petróleo y debe ser detenida por el mundo. La agresión es contra toda América Latina y el Caribe”, expresó Petro en X.
Donald Trump aprovechó el episodio para acusar a su homólogo de “permitir y fomentar la producción masiva de cocaína en todo el territorio colombiano”, al tiempo que lo señaló de estar “estafando” a Washington D.C. por aceptar millonarios subsidios sin frenar el narcotráfico.
De hecho, ese Gobierno confirmó este domingo que llevó a cabo un ataque militar contra una embarcación afiliada al Ejército de Liberación Nacional (ELN), en una operación ejecutada el pasado viernes en aguas internacionales. El secretario de Guerra, Pete Hegseth, anunció que la ofensiva dejó tres muertos y que la nave era utilizada para transportar grandes cantidades de cocaína a territorio norteamericano.
Siguiendo con el anuncio de Trump, el mandatario afirmó que “Colombia ha convertido este negocio en el más grande del país y Petro no hace nada para detenerlo, pese a los enormes pagos que recibe de Estados Unidos” y también calificó al mandatario local de tener “una nueva actitud hostil hacia” esa nación.
La ofensiva verbal se da en un contexto en el que la relación bilateral pasa sus meses más complejos. El pasado 15 de septiembre, el Gobierno estadounidense le retiró la certificación a Colombia en materia de lucha contra las drogas, citando el aumento de cultivos de hoja de coca y la producción de cocaína.
Aunque en esa ocasión no se suspendieron los fondos, como un gesto con los colombianos más allá de Petro, la nueva decisión de Trump representa un golpe directo a las finanzas públicas y a la operatividad de las Fuerzas Militares, que dependen en buena parte de estos recursos.
En ese sentido, en diálogo con EL COLOMBIANO, el director del Departamento de Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana, Gabriel Jiménez, aseguró que esos recursos —que Trump califica de “gran escala”— “son para la guerra contra el narcotráfico y contra las drogas, que son parte del Plan Patriota”. Estos, añadió, “se pensaba que iban a ser suprimidos cuando Colombia fue descertificada, pero atañe también plata que financia al Ejército colombiano y ayudas para armamento y otros gastos militares”.
“La cifra no es pública por razones de seguridad, pero pueden ser bastante importantes”, añadió Jiménez.
El mandatario estadounidense fue más allá y amenazó con actuar directamente si Colombia no cambia su estrategia. “Petro, un líder con baja calificación y muy impopular, con una actitud desafiante hacia América, debería cerrar estos campos de muerte de inmediato, o Estados Unidos lo hará, y no será de manera amable”, advirtió. También insistió en que el flujo de drogas colombianas es responsable de causar “muerte, destrucción y caos” en su país.
Pero lo más grave de la declaración, es que Trump ordenó la cancelación inmediata recursos hacia Colombia, lo que representará un desafío para las finanzas de las Fuerzas Militares y la caja del Estado colombiano. “A PARTIR DE HOY, ESTOS PAGOS, O CUALQUIER OTRA FORMA DE PAGO, O SUBSIDIOS, YA NO SE REALIZARÁN A COLOMBIA (sic). El propósito de esta producción de drogas es la venta de cantidades masivas de producto en Estados Unidos, causando muerte, destrucción y caos”, expresó en el mismo mensaje en Truth Social.
El también profesor de relaciones internacionales de la Universidad Javeriana, Camilo González, el anuncio del presidente norteamericano “es una descertificación total”. “Si pensábamos que íbamos a tener una cooperación sectorial desde Estados Unidos, esto lo que traduce es que no habrá ninguna ayuda de nada y pensaría que es una decisión sin exenciones. Estos subsidios son los que ayudan a la erradicación o a la capacitación de lucha contra las drogas”, dijo.
El presidente Petro ha sido un crítico de los planes de Washington D.C. y la cacería que ha montado su homólogo Trump contra el narcotráfico en aguas del Caribe, como una manera también de acorralar al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, con quien el Gobierno colombiano mantiene una relación cercana.
Hasta ahora, la Marina estadounidense ha lanzado ataques contra seis lanchas en las que han muerto al menos 27 presuntos narcotraficantes desde principios de septiembre. Desde la Casa Blanca afirman que estas operaciones han reducido la entrada de drogas a Estados Unidos, aunque por ahora no han proporcionado pruebas de que los muertos fueran en realidad narcotraficantes.
Justamente, este fin de semana, Donald Trump confirmó la repatriación de un colombiano y un ecuatoriano que sobrevivieron al más reciente ataque en medio del despliegue militar en aguas internacionales.
Vale recordar que Colombia es el país sudamericano que más ayuda financiera recibe de Estados Unidos, según datos del gobierno de ese país, con más de 740 millones de dólares desembolsados en 2023, que es el último año del que se dispone de información completa.
La mitad de estos pagos se destina a la lucha contra las drogas y el narcotráfico. El resto apoya programas humanitarios y alimentarios.
¿Cómo queda el país y Petro?
Esta coyuntura deja un escenario adverso para Colombia, pero podría darle un ‘papayazo’ al presidente de la República.
Como lo aseguró el profesor Camilo González, “las consecuencias para el país son de un costo reputacional alto, pues muestra a un Gobierno que no está haciendo su tarea ni cumpliendo su compromiso de lucha contra las drogas y eso implicaría falta de acceso a créditos y poca fiabilidad de otros estados a cooperar en términos militares”. Mientras tanto, González advirtió que en términos políticos y electorales “para Petro es una válvula de oxígeno inesperado para mostrarse como un país agredido por Estados Unidos, que es un capítulo más de las crisis que han sucedido”. Y agregó que “el tema internacional se va a meter de lleno en la campaña presidencial de 2026 y eso tendrá efectos en los debates presidenciales”.
Por su parte, la politóloga Patricia Muñoz vaticina que con esto “Petro continuará con su discurso de que una potencia extranjera, como Estados Unidos, ha venido desconociendo los esfuerzos nacionales, que Colombia no está exenta de las agresiones a los países latinoamericanos y lo tomará a su favor como necesidad de proteger la soberanía nacional e impedir que otro país pueda mancillarla”.
Y es que, sin duda, más allá de cualquier consideración ideológica, si hay algo que Gustavo Petro ha demostrado ser en su carrera es un animal político que no le gustan las aguas mansas y que cualquier golpe que reciba tendrá la capacidad de voltearlo a su favor. Basta volver la mirada trece años atrás cuando el entonces procurador Alejandro Ordóñez lo destituyó e inhabilitó como alcalde de Bogotá: eso, lejos de sacarlo de la política, le dio un viento en la camiseta que diez años después capitalizó volviéndose presidente.
Y si bien en 2026 la campaña no será para él sino para su sucesor, cualquier oportunidad de mostrarse como el agredido de una potencia y de mostrarse como el Simón Bolívar que “cabalga de nuevo” —como escribió en su X—, no será escatimada.
No obstante, el panorama para el país queda en una incertidumbre que el internacionalista Gabriel Jiménez expresa en que “se prevé una subida del dólar, que Colombia esté en el banquillo internacional con los aliados de Estados Unidos y que las relaciones internacionales con ese país entren en el congelador, por lo cual puede que los embajadores de ambos países sean llamados a consultas”. “Habrá que buscar canales de negociación porque Estados Unidos es el mayor socio comercial de Colombia y el anuncio de Trump le da la espalda a esa realidad”, apuntó.
Antecedentes de Carranza
Petro agregó que “funcionarios del gobierno de los Estados Unidos han cometido un asesinato y violado nuestra soberanía en aguas territoriales. El pescador Alejandro Carranza no tenía vínculos con el narco y su actividad diaria era pescar”.
El Gobierno ha rechazado la incursión militar estadounidense en el Caribe, cerca de aguas venezolanas, donde desde agosto despliega buques y aviones de guerra para frenar el tráfico de drogas desde América Latina.
“La lancha colombiana estaba (a) la deriva y con la señal de avería puesta al tener un motor arriba. Esperamos las explicaciones del gobierno de los Estados Unidos”, añadió.
Carranza presuntamente murió en uno de los ataques estadounidenses de mediados de septiembre, durante su sesión de pesca en el lado colombiano del Caribe, según el testimonio de una familiar.
“Alejandro Carranza es pescador, somos criados en familias pescadoras (…). No es justo que lo hayan bombardeado de esa manera. Una persona inocente que sale a buscar el pan de cada día”, dijo Audenis Manjarres, familiar de la víctima, en una entrevista a la televisión pública RTVC Noticias.
Y mientras el presidente Petro exige explicaciones y denuncia una “violación de soberanía”, documentos judiciales revelan que el hombre estuvo involucrado en un caso de alto perfil por hurto de armas en 2016. Este hombre —identificado con el alias de Coroncoro— fue capturado junto a cinco policías en Santa Marta por su participación en la desaparición de 264 armas de fuego de los armerillos de la Policía Metropolitana. Según las investigaciones, habrían terminado en manos de la banda criminal Los Pachenca.
Por ahora, el presidente Petro ha usado su X para lanzar respuestas a Trump, a quien trató de “grosero e ignorante con Colombia”, y para agitar —por los laditos y por ahora— las calles. “Los voy a invitar a la plaza de Bolívar. Al lado de la estatua del emancipador, el guía de seres libres, y al lado de su espada. Bolívar cabalga de nuevo”, trinó este domingo.
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Al parecer al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se le rebosó la copa con su homólogo de Colombia, Gustavo Petro, y estalló. Apenas 48 horas después de que el autodenominado Congreso de los Pueblos, un grupo de encapuchados con flechas, atacara la Embajada de Estados Unidos en Bogotá, sin que Petro se pronunciara, Trump lanzó su más duro mensaje contra el mandatario colombiano.
El jefe de Estado de la potencia norteamericana dejó atrás la paciencia que había tenido en ocasiones anteriores y arremetió: “El presidente Gustavo Petro es un líder del narcotráfico que fomenta fuertemente la producción masiva de drogas, en grandes y pequeños cultivos, por todo Colombia”.
Petro, por su parte, ha usado su cuenta de X (antiguo Twitter), una red social que Trump no usa, para responder y sugerir que acudirá a la cancha en la que cree que mejor se mueve: la movilización, a pesar de que en los últimos tiempos la calle no ha respondido a sus convocatorias: solo las que organizan con transporte y almuerzo pagado funcionan.
El presidente de Estados Unidos, además, a través de su cuenta en Truth Social, anunció la suspensión inmediata de todos los recursos económicos que su país destina para apoyar la lucha antidrogas. Se trata tal vez del peor momento de la historia de la relación entre ambas naciones —solo comparable con el gobierno de Ernesto Samper— y tiene que ver con llegada al poder de Trump y el primer presidente de izquierda en la historia de Colombia.
Estas declaraciones se producen poco después de que Gustavo Petro cuestionara públicamente una operación gringa en el mar Caribe, en la que un ciudadano colombiano perdió la vida. “Se ha abierto un nuevo escenario de guerra: el Caribe. Indicios muestran que la última lancha bombardeada era colombiana con ciudadanos colombianos en su interior. Espero que aparezcan sus familias y denuncien. No hay una guerra contra el contrabando hay es una guerra por el petróleo y debe ser detenida por el mundo. La agresión es contra toda América Latina y el Caribe”, expresó Petro en X.
Donald Trump aprovechó el episodio para acusar a su homólogo de “permitir y fomentar la producción masiva de cocaína en todo el territorio colombiano”, al tiempo que lo señaló de estar “estafando” a Washington D.C. por aceptar millonarios subsidios sin frenar el narcotráfico.
De hecho, ese Gobierno confirmó este domingo que llevó a cabo un ataque militar contra una embarcación afiliada al Ejército de Liberación Nacional (ELN), en una operación ejecutada el pasado viernes en aguas internacionales. El secretario de Guerra, Pete Hegseth, anunció que la ofensiva dejó tres muertos y que la nave era utilizada para transportar grandes cantidades de cocaína a territorio norteamericano.
Siguiendo con el anuncio de Trump, el mandatario afirmó que “Colombia ha convertido este negocio en el más grande del país y Petro no hace nada para detenerlo, pese a los enormes pagos que recibe de Estados Unidos” y también calificó al mandatario local de tener “una nueva actitud hostil hacia” esa nación.
La ofensiva verbal se da en un contexto en el que la relación bilateral pasa sus meses más complejos. El pasado 15 de septiembre, el Gobierno estadounidense le retiró la certificación a Colombia en materia de lucha contra las drogas, citando el aumento de cultivos de hoja de coca y la producción de cocaína.
Aunque en esa ocasión no se suspendieron los fondos, como un gesto con los colombianos más allá de Petro, la nueva decisión de Trump representa un golpe directo a las finanzas públicas y a la operatividad de las Fuerzas Militares, que dependen en buena parte de estos recursos.
En ese sentido, en diálogo con EL COLOMBIANO, el director del Departamento de Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana, Gabriel Jiménez, aseguró que esos recursos —que Trump califica de “gran escala”— “son para la guerra contra el narcotráfico y contra las drogas, que son parte del Plan Patriota”. Estos, añadió, “se pensaba que iban a ser suprimidos cuando Colombia fue descertificada, pero atañe también plata que financia al Ejército colombiano y ayudas para armamento y otros gastos militares”.
“La cifra no es pública por razones de seguridad, pero pueden ser bastante importantes”, añadió Jiménez.
El mandatario estadounidense fue más allá y amenazó con actuar directamente si Colombia no cambia su estrategia. “Petro, un líder con baja calificación y muy impopular, con una actitud desafiante hacia América, debería cerrar estos campos de muerte de inmediato, o Estados Unidos lo hará, y no será de manera amable”, advirtió. También insistió en que el flujo de drogas colombianas es responsable de causar “muerte, destrucción y caos” en su país.
Pero lo más grave de la declaración, es que Trump ordenó la cancelación inmediata recursos hacia Colombia, lo que representará un desafío para las finanzas de las Fuerzas Militares y la caja del Estado colombiano. “A PARTIR DE HOY, ESTOS PAGOS, O CUALQUIER OTRA FORMA DE PAGO, O SUBSIDIOS, YA NO SE REALIZARÁN A COLOMBIA (sic). El propósito de esta producción de drogas es la venta de cantidades masivas de producto en Estados Unidos, causando muerte, destrucción y caos”, expresó en el mismo mensaje en Truth Social.
El también profesor de relaciones internacionales de la Universidad Javeriana, Camilo González, el anuncio del presidente norteamericano “es una descertificación total”. “Si pensábamos que íbamos a tener una cooperación sectorial desde Estados Unidos, esto lo que traduce es que no habrá ninguna ayuda de nada y pensaría que es una decisión sin exenciones. Estos subsidios son los que ayudan a la erradicación o a la capacitación de lucha contra las drogas”, dijo.
El presidente Petro ha sido un crítico de los planes de Washington D.C. y la cacería que ha montado su homólogo Trump contra el narcotráfico en aguas del Caribe, como una manera también de acorralar al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, con quien el Gobierno colombiano mantiene una relación cercana.
Hasta ahora, la Marina estadounidense ha lanzado ataques contra seis lanchas en las que han muerto al menos 27 presuntos narcotraficantes desde principios de septiembre. Desde la Casa Blanca afirman que estas operaciones han reducido la entrada de drogas a Estados Unidos, aunque por ahora no han proporcionado pruebas de que los muertos fueran en realidad narcotraficantes.
Justamente, este fin de semana, Donald Trump confirmó la repatriación de un colombiano y un ecuatoriano que sobrevivieron al más reciente ataque en medio del despliegue militar en aguas internacionales.
Vale recordar que Colombia es el país sudamericano que más ayuda financiera recibe de Estados Unidos, según datos del gobierno de ese país, con más de 740 millones de dólares desembolsados en 2023, que es el último año del que se dispone de información completa.
La mitad de estos pagos se destina a la lucha contra las drogas y el narcotráfico. El resto apoya programas humanitarios y alimentarios.
Esta coyuntura deja un escenario adverso para Colombia, pero podría darle un ‘papayazo’ al presidente de la República.
Como lo aseguró el profesor Camilo González, “las consecuencias para el país son de un costo reputacional alto, pues muestra a un Gobierno que no está haciendo su tarea ni cumpliendo su compromiso de lucha contra las drogas y eso implicaría falta de acceso a créditos y poca fiabilidad de otros estados a cooperar en términos militares”. Mientras tanto, González advirtió que en términos políticos y electorales “para Petro es una válvula de oxígeno inesperado para mostrarse como un país agredido por Estados Unidos, que es un capítulo más de las crisis que han sucedido”. Y agregó que “el tema internacional se va a meter de lleno en la campaña presidencial de 2026 y eso tendrá efectos en los debates presidenciales”.
Por su parte, la politóloga Patricia Muñoz vaticina que con esto “Petro continuará con su discurso de que una potencia extranjera, como Estados Unidos, ha venido desconociendo los esfuerzos nacionales, que Colombia no está exenta de las agresiones a los países latinoamericanos y lo tomará a su favor como necesidad de proteger la soberanía nacional e impedir que otro país pueda mancillarla”.
Y es que, sin duda, más allá de cualquier consideración ideológica, si hay algo que Gustavo Petro ha demostrado ser en su carrera es un animal político que no le gustan las aguas mansas y que cualquier golpe que reciba tendrá la capacidad de voltearlo a su favor. Basta volver la mirada trece años atrás cuando el entonces procurador Alejandro Ordóñez lo destituyó e inhabilitó como alcalde de Bogotá: eso, lejos de sacarlo de la política, le dio un viento en la camiseta que diez años después capitalizó volviéndose presidente.
Y si bien en 2026 la campaña no será para él sino para su sucesor, cualquier oportunidad de mostrarse como el agredido de una potencia y de mostrarse como el Simón Bolívar que “cabalga de nuevo” —como escribió en su X—, no será escatimada.
No obstante, el panorama para el país queda en una incertidumbre que el internacionalista Gabriel Jiménez expresa en que “se prevé una subida del dólar, que Colombia esté en el banquillo internacional con los aliados de Estados Unidos y que las relaciones internacionales con ese país entren en el congelador, por lo cual puede que los embajadores de ambos países sean llamados a consultas”. “Habrá que buscar canales de negociación porque Estados Unidos es el mayor socio comercial de Colombia y el anuncio de Trump le da la espalda a esa realidad”, apuntó.
El Gobierno ha rechazado la incursión militar estadounidense en el Caribe, cerca de aguas venezolanas, donde desde agosto despliega buques y aviones de guerra para frenar el tráfico de drogas desde América Latina.
“La lancha colombiana estaba (a) la deriva y con la señal de avería puesta al tener un motor arriba. Esperamos las explicaciones del gobierno de los Estados Unidos”, añadió.
Carranza presuntamente murió en uno de los ataques estadounidenses de mediados de septiembre, durante su sesión de pesca en el lado colombiano del Caribe, según el testimonio de una familiar.
“Alejandro Carranza es pescador, somos criados en familias pescadoras (…). No es justo que lo hayan bombardeado de esa manera. Una persona inocente que sale a buscar el pan de cada día”, dijo Audenis Manjarres, familiar de la víctima, en una entrevista a la televisión pública RTVC Noticias.
Y mientras el presidente Petro exige explicaciones y denuncia una “violación de soberanía”, documentos judiciales revelan que el hombre estuvo involucrado en un caso de alto perfil por hurto de armas en 2016. Este hombre —identificado con el alias de Coroncoro— fue capturado junto a cinco policías en Santa Marta por su participación en la desaparición de 264 armas de fuego de los armerillos de la Policía Metropolitana. Según las investigaciones, habrían terminado en manos de la banda criminal Los Pachenca.
Por ahora, el presidente Petro ha usado su X para lanzar respuestas a Trump, a quien trató de “grosero e ignorante con Colombia”, y para agitar —por los laditos y por ahora— las calles. “Los voy a invitar a la plaza de Bolívar. Al lado de la estatua del emancipador, el guía de seres libres, y al lado de su espada. Bolívar cabalga de nuevo”, trinó este domingo.
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meses lleva de transcurrida
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