
Mi amigo Juan González Febles
- Cuba
- octubre 16, 2025
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El Johnny era la personificación del amigo que siempre te abría la puerta, sin importar la hora ni las circunstancias.
LA HABANA.- Conocí a Juan González Febles —el Johnny, como todos le decíamos— hace más de quince años. Llegué a su casa acompañado de mi querido amigo, ya fallecido, el poeta y periodista independiente Rogelio Fabio Hurtado.
Mi primera experiencia en el periodismo fue gracias a Primavera Digital, la publicación que Johnny creó y dirigía. Conté con su guía y con la valiosa ayuda de su esposa, Ana Torricella, quien fungía como webmaster del sitio, y de Luis Cino, el editor.
Primavera Digital tuvo decenas de colaboradores —más de cuarenta— entre ellos José Antonio Fornaris y su esposa Amarilys Rey, Frank Cosme, Frank Correa, Osmar Laffita, Manuel Morejón, Jorge Olivera, Víctor Manuel Domínguez y Julio Aleaga, entre muchos otros. Algunos ya no están entre nosotros; otros emigraron. De varios, ignoro si aún permanecen en Cuba o cuál fue su destino.
El Johnny era la personificación del amigo que siempre te abría la puerta, sin importar la hora ni las circunstancias. Era asombroso cómo, en el pequeño espacio de su modesto apartamento en Lawton, podíamos reunirnos tantos los sábados, cuando llevábamos en memorias flash nuestros trabajos para el semanario. Siempre había un asiento improvisado y una taza de café esperándonos.
En aquellas reuniones, cada quien defendía su punto de vista, y Johnny, con su carácter firme y sus ideas a veces polémicas, mantenía siempre el respeto y la escucha. Primavera Digital fue financiada durante un tiempo por una ONG sueca, lo que permitió que Johnny y Ana acudieran semanalmente a la sala de navegación de la Embajada de Suecia para subir los contenidos a internet. Incluso gestionaron que varios colaboradores tuvieran acceso a esa sala, en tiempos en que conectarse a la red era casi imposible en Cuba.
Cuando en 2014 cesó el financiamiento, Primavera Digital no se detuvo. Durante varios años continuó saliendo puntualmente cada semana, sostenida por la voluntad de sus integrantes. Sin embargo, las discrepancias internas terminaron provocando su cierre.
Johnny fue un referente del periodismo independiente cubano. Basta con buscar sus artículos en internet para comprobar la profundidad y el rigor de su obra. Gracias a su esfuerzo —y al de Ana—, Primavera Digital se convirtió en el primer medio digital independiente creado dentro de Cuba, una hazaña enorme considerando los recursos limitados y el contexto represivo de aquellos años.
A muchos de nosotros, Johnny nos marcó para siempre. En mi caso, gracias a Primavera Digital encontré mi camino en el periodismo. Allí conocí a Luis Cino, jefe del consejo de redacción, quien hoy sigue siendo mi guía en esta profesión. Lo mejor de trabajar con Johnny era su apertura: permitía abordar cualquier tema, incluso si no coincidía con las opiniones expresadas.
Creo sinceramente que la enfermedad que lo afectó en sus últimos años —la demencia senil— fue consecuencia del golpe anímico que sufrió cuando perdió el apoyo para continuar su proyecto. Verlo después, hablando incoherencias, resultaba doloroso. Aquel hombre brillante y lúcido se iba apagando poco a poco. A veces Febles recordaba nombres y rostros; otras veces, nada. Llegó a extraviarse varias veces: una lo hallaron dentro de una unidad militar en Santiago de las Vegas, y otra fue encontrado en San Antonio de los Baños, deshidratado y confundido.
Hasta el último momento, Ana Torricella estuvo a su lado. Fue su esposa, su amiga, su compañera inseparable, y sin duda, la otra mitad indispensable de Primavera Digital.
ARTÍCULO DE OPINIÓN Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no necesariamente representan la opinión de CubaNet.
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