Masones desestiman la destitución del Gran Maestro Mayker Filema Duarte: «Esto se fue abajo»

LA HABANA, Cuba. – En un giro inesperado de los acontecimientos, durante la sesión semestral de la Alta Cámara masónica desarrollada este domingo, el Gran Maestro (GM) por Sustitución Reglamentaria de la Gran Logia de Cuba (GLC), Juan Alberto Kessel Linares, propuso desestimar la destitución del Gran Maestro Mayker Filema Duarte ―aprobada por unanimidad― y aceptar que este presidiera la sesión convocada para fines de octubre próximo. 

Aunque por una minoría de representantes de logias del país, la propuesta fue aceptada. De esta manera, los masones ceden a las presiones del Ministerio de Justicia (MINJUS) y de los agentes de la Seguridad del Estado. El primero, se negó a reconocer la destitución de Filema Duarte y los segundos han implementado una persecución en contra de los que han intentado recuperar su autonomía y legalidad. 

“Con este paso, acaban de ser reconocidas las suspensiones de logias y masones ordenadas por Filema Duarte y quedan a merced de lo que este decida. Esperan que él haga elecciones generales el 25 de octubre, algo que no ha mencionado en ninguna parte de su propuesta de sesión. Esto es peligroso, además de ingenuo, porque valida el discurso del MINJUS de que esto era una revuelta de masones con terceras intenciones y le hace el trabajo de una vez a la Seguridad del Estado, que quiere controlar a la masonería y poner líderes que respondan a sus intereses”, aseguró a CubaNet el masón Sergio Vidal.

Este medio también conversó con varios masones testigos de lo acontecido este domingo que solicitaron proteger su identidad y relataron que la asistencia no fue tan masiva como en sesiones anteriores ni tuvieron problemas para entrar al edificio ―como sí sucedió el 6 de julio, cuando tuvo lugar una gran protesta―, aunque tuvieron que reunirse, de pie, a las afueras del teatro. Asimismo, contaron que un gran número de masones se marcharon ante lo indignante de la propuesta de Kessel Linares. 

“Esto se fue abajo”, “Se acabó la masonería en Cuba”, “Kessel pactó, traicionó”, “Era preferible que cerraran las logias antes de entregarlas”, fueron algunas de las reacciones que este medio recogió entre los entrevistados. 

“El régimen tiene las armas”

En marzo de este año, Filema Duarte se negó a realizar las elecciones generales para los altos cargos y abandonó la sesión. Por tal motivo, los masones se autoconvocaron para una sesión extraordinaria desarrollada el 25 de mayo y en la cual acordaron destituirlo como GM. Pese a esto, el MINJUS continuó apoyándolo. Los masones intentaron, en vano, apelar a la legalidad y llegaron incluso a denunciar la injerencia del MINJUS en una conferencia de prensa. 

Filema Duarte suspendió las logias y a los masones que se le oponían; a algunos les llegó a desarrollar un juicio masónico y los expulsó de la Fraternidad, como al Soberano Gran Comendador José Ramón Viñas Alonso y al escritor y exprisionero político Ángel Santiesteban Prats, ambos objetivos de la policía política.

Durante los últimos seis meses, la GLC estuvo dividida: unos pocos han apoyado a Filema Duarte, quien tiene ocupado el edificio y la oficina del GM, mientras que la mayoría de logias no lo ha reconocido y ha amparado a Kessel Linares. 

Las tensiones resultaron en una protesta en el edificio de la GLC en el mes de julio en la que los masones impidieron que Filema Duarte hiciera una “espuria” reunión con algunos de sus partidarios. Incluso el ministro de Justicia compareció ante la televisión nacional para afirmar que la institución gubernamental no se estaba entrometiendo en los asuntos internos de la Orden. 

Mientras, la Seguridad del Estado hostigaba a los líderes insurgentes: Kessel Linares fue citado al menos tres ocasiones, fue sometido a reclusión domiciliaria y amenazado con ir a prisión; Gerardo Cepero fue interrogado en varias ocasiones; y el Gran Secretario de la Gran Logia, Víctor Bravo, fue presionado hasta que tres días antes de la sesión de este domingo renunció al cargo y llamó a no asistir a dicha sesión porque sería, según dijo, “en vano”. 

La pasada semana, Kessel Linares comunicó nuevamente que el MINJUS hacía caso omiso a sus reclamos y que Miriam García, directora de Asociaciones de esa cartera, le advirtió que no reconocerían, una vez más, los acuerdos de la Alta Cámara (Poder Legislativo) que él representaba. Pese a esto, el masón convocó a la sesión en la que finalmente cedió a las presiones.

“Esto era sabido porque el régimen tiene las armas”, aseguró un masón bajo condición de anonimato. “Pero lo importante es que la masonería cubana ha despertado de un largo letargo y aún tiene mucho que demostrar”, añadió. 

Otra de las fuentes refirió que “esta lucha” ha tenido connotaciones mayores pese al desenlace: “Durante todo este tiempo hemos tenido las de perder, pero no siempre se trata de ganar sino de dar la guerra; y los masones cubanos han abierto los ojos: todo lo que hemos vivido nos ha servido de experiencia. El régimen nos ha tenido infiltrados durante décadas, pero ahora se han expuesto los agentes descaradamente. Muchos se han desmovilizado por la decepción, pero no podemos ceder. Esta lucha no ha acabado”. 

El próximo 25 de octubre, según la convocatoria de Mayker Filema Duarte, los masones se deben reunir en el edificio de la GLC para darle continuidad a la sesión de marzo. Algunos esperan que desarrolle elecciones generales, aunque no las ha convocado; otros no son tan optimistas y señalan que se tratará solo de afianzar su dictadura.