
Revelan detalles de la mujer que vivió hace 1.660 años en Envigado
- Colombia
- septiembre 20, 2025
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En 19 años se resolvió un misterio que duró más de 1.600 años. Lo que apareció como una invitación a un certamen patrimonial resultó ser uno de los eventos más importantes y recientes para la arqueología antioqueña.
El pasado jueves se dio uno de los puntos culmen del que tal vez sea uno de los hallazgos arqueológicos más importante de Envigado y del área metropolitana. Ese día, en el Teatro Otraparte se lanzó el documental “Ella, una mirada ancestral”, que muestra los datos que se han podido recoger sobre el hallazgo arqueológico hecho en El Escobero en marzo de 2006.
Gracias a las investigaciones hechas durante dos décadas se pudieron reconstruir algunos de los aspectos más sobresalientes de la vida de esta mujer encontrada en este municipio, como por ejemplo su edad, algunas de sus prácticas culturales, su alimentación, el uso de hierbas medicinales y religiosas, así como la manera en que habitaba la región. Pero tal vez lo más importante de los hallazgos es que gracias al estudio morfológico y a la tecnología se pudo reconstruir digitalmente su rostro, un ejercicio que para las autoridades culturales envigadeñas no tiene precedentes en el país.
Pero contar el asunto así, en volandas, no transmite la emoción de la historia de este hallazgo que se puede resumir como la confluencia de la buena suerte y de la presencia de la persona indicada en el lugar y el momento correcto.
El hombre clave
El hallazgo del que hablamos data de marzo de 2006, cuando una máquina hacía la remoción de tierras de lo que hoy es la urbanización Álamos del Escobero. De acuerdo con recortes de prensa y testimonios de testigos, su responsable fue el antropólogo Jorge Restrepo Arango.
Él, en ese entonces estudiante de Antropología, lideraba desde febrero de ese año un proyecto llamado Inventario del Patrimonio Arqueológico y Cultural de Envigado. Coincidencialmente, ese mes iniciaron los trabajos en la futura urbanización. Por fortuna, Restrepo era un vecino de la obra, por lo que prestaba atención a los movimientos de obreros y maquinaria, pues según sus pesquisas allí habría algo de interés arqueológico, aunque tal vez no sabía qué precisamente.
“A raíz de sus corazonadas averiguó todos los trámites para reportar los hallazgos en caso de que se dieran. En el Instituto Colombiano de Antropología le dijeron que si veía algo trascendente debía parar las obras, pero que no podía hacer eso basado en pedacitos de arcilla no más”, se lee en un recorte de prensa de la época.
La cuestión es que ese miércoles 1 de marzo de 2006 la maquinaria empezó a remover tierra en el sitio en el que Restrepo creía que podría estar lo que fuera que venía esperando. Por ello aguzó más la mirada, con la paciencia pero el presentimiento del cazador.
“Como a las 6:30 p.m., la máquina arrancó un pedazo de piedra que resultó ser la tapa lateral frontal de la fosa mortuoria y yo alcancé a ver el esqueleto destapado. Inmediatamente pegué el berrido y la hice parar”, le contó el mismo Restrepo a este diario en 2006.
¿Casualidad, suerte, destino, la recompensa a quien sabe esperar? Solo el “de arriba” lo sabe, la cuestión es que ese día el hombre clave estaba en el momento y en el lugar preciso para salvar el tesoro.
Carlos Gaviria Ríos es historiador de la Secretaría de Cultura y otro de testigo del suceso que en ese tiempo sacudió a Envigado. “Ese día a Jorge le tocó quedarse toda la noche cuidando el hallazgo. Como esa noche estaba lloviendo se consiguió un plástico para taparlo de la humedad y del sol. Ya a la mañana siguiente, él llamo a las autoridades, a la Dirección de Cultura y a nosotros del Área de Historia y Patrimonio. Cuando subimos, vimos que por 10 centímetros la ‘retro’ no destruyó el cancel (sarcófago de piedra) y lo que contenía”, dijo.
Gaviria recordó que ese día a El Escobero llegó una romería de curiosos pero también de posibles guaqueros ante el rumor del “tesoro”, por lo que se pidió acompañamiento de la Policía para evitar daños y hurtos.
Dos días después, el viernes 3 de marzo, desde Envigado llamaron al laboratorio de Arqueología de la UdeA donde estaba el profesor Gustavo Santos Vecino, quien ese entonces lideraba los procesos arqueológicos de la presa Porce III. Junto a él, ese día, se encontraba el arqueólogo Breshnev Villada Gómez.
“El sábado cogimos algunos de los elementos y nos fuimos para allá. Ese día, el ‘profe’ Gustavo invitó a Jesús Hernández, alguien que conocía muy bien las tumbas de cancel que son más propias de otros lados como San Agustín. Como había mucha gente, eso nos puso en alerta porque eso era un factor de riesgo porque incluso recuerdo que había un niño intentando tocar los restos”, dijo.
Según Villa, las tumbas de cancel no son típicas de Antioquia. De hecho, la de Envigado sería la única del departamento en la que se ha encontrado un cuerpo casi completo.
“La tumba estaba que colapsaba, y había que trabajar rápido para retirar los elementos. Nosotros fuimos a hacer un análisis pero resultamos haciendo un rescate arqueológico porque el ‘profe’ decía que había que salvar el hallazgo como fuera porque no habría otro chance de entender quién era la persona enterrada y todo lo que había”, añadió.
El paso de los días reveló varios detalles, algunos de ellos asombrosos. Por ejemplo, según Villa se encontró un fragmento de obsidiana, un vidrio volcánico que podría ser de la zona del nevado del Ruiz. También se halló una concha de mar, al parecer proveniente del Pacífico.
Ambos elementos dan cuenta de rutas que posiblemente pasaran desde Envigado y el Aburrá por estas zonas del país, toda una proeza para la época.
Además, las formas de las vasijas halladas mostraban una posible correlación con culturas del Valle del Cauca o de la zona que hoy es el Eje Cafetero. Estos hallazgos reforzaron la idea de que la mujer enterrada, y posiblemente los primeros habitantes de Envigado y el Aburrá, tenían su origen en el suroccidente del país.
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“Por un lado fue bonito hacer todo este trabajo porque la gente se emocionaba mucho cuando aparecían los hallazgos, pero también fue muy duro trabajar con la presión de estar intentando hacer las cosas bien y a las carreras ante el riesgo del colapso”, contó Villa.
Traerla a la “vida”
Veinte años de investigaciones han dado más pistas sobre la mujer del cancel –como fue bautizada– en El Escobero. Por ejemplo, se supo que la osamenta tenía 1.640 años aproximadamente en 2006, o sea que la mujer –que al momento de su muerte podría tener entre 50 y 60 años– vivió cerca del 300 d.C.
“La persona enterrada allí tenía una alta valoración por su comunidad. Si bien no sabemos cual era su rango, creemos que muy posiblemente era una líder en temas como agricultura, medicina, trueques o espiritualidad. También se hallaron herramientas para moler que tenían restos de polen de plantas alimenticias y medicinales. Además se observó que ella sufrió de descalcificación alta sobre todo en su mandíbula y que perdió sus dientes desde joven”, explicó Miguel Marín, antropólogo de la Secretaría y custodio de la Sala Museo de Arqueología local.
El hallazgo en El Escobero es importante pues por un lado demostró que en contextos funerarios, los habitantes del Aburrá no solo optaban por la cremación sino también por la conservación de sus notables. Además, el hecho de que se distinguiera a una mujer con este tipo de entierro también da cuenta de que esta cultura asentada en esta zona de Envigado no era principalmente patriarcal.
Pero la mujer del cancel también es trascendental porque su aparición fue como un baldado de agua fría que hizo caer en cuenta a Envigado de su riqueza arqueológica, hecho que hizo que se derivaran políticas y esfuerzos gubernamentales para su búsqueda y conservación.
Gracias a estos es que se descubrió el potencial que tienen espacios como la reserva natural La Morena donde se han encontrado elementos con cerca de 10.000 años de antigüedad, hallazgo que puso a Envigado como uno de los 10 sitios del continente con presencia humana en ese período.
Según comentó la secretaria de Cultura de Envigado, Lina Vásquez Ángel, la actual investigación sobre la mujer del cancel y el documental que sobre ella se exhibe en el municipio permitirá a los envigadeños aproximarse a la historia del territorio, no ya desde los textos, sino que ahora con lo encontrado sobre los ancestrales ocupantes del territorio, pueden verlo por sí mismos.
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Esto porque, gracias a la riqueza arqueológica de Envigado, se han encontrado cerca de 20.000 elementos entre fragmentos y piezas que permitirán que en 2026 se dé inicio a la ampliación del Museo Arqueológico de Envigado –que hoy funciona como una sala museo–.
Una vez culminen las obras se podrá exhibir las piezas que hoy están en custodia y estudio. Además, la idea es que en el nuevo espacio la mujer del cancel ocupe un lugar central gracias a elementos tecnológicos que permitirán que la comunidad se aproxime a ella de una manera más interactiva.