
Este es Sebastián Marset, el narco que Gustavo Petro menciona con frecuencia en sus discursos
- Colombia
- septiembre 12, 2025
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El presidente Gustavo Petro ajustó tres años de mandato mencionando en sus discursos al narcotraficante uruguayo Sebastián Marset, a quien acusa del asesinato del fiscal Marcelo Pecci en la isla de Barú y de ser uno de los máximos exportadores de la cocaína que se produce en Colombia.
La nueva referencia a ese personaje la dio este jueves, durante un acto público en el departamento del Cauca, donde presentó su “Pacto por la Transformación Territorial y la Consolidación de la Paz”.
Allí aprovechó la tarima para responderle al Parlamento Europeo, que esta semana expidió una resolución condenando la violencia política en Colombia e instando a desescalar la agresividad en los discursos.
“La extrema derecha europea se alía con los narcotraficantes latinoamericanos que viven allá y que están matando a la gente en Colombia. Yo los invito a que vengan a coordinar la búsqueda de esos señores. El señor Marset, si quieren un nombre, allá en Europa. Les ayudamos, pero está allá en Europa, mató al fiscal Pecci de Paraguay y está aliado a un señor que ya lleva 15 sicariatos en Bogotá por una guerra de esmeraldas que compran en Europa”, dijo el jefe de Estado.
El último al que se refería, quien supuestamente está detrás de los 15 homicidios en Bogotá, podría ser alias “Patricia”, uno de los cabecillas del cartel conocido como Nueva Junta Directiva del Narcotráfico. Petro está convencido de que esa organización está fraguando un plan para atentar contra su vida.
La primera mención de Petro a Marset es posterior al magnicidio del fiscal antimafia paraguayo Marcelo Pecci, acribillado por sicarios en una playa de la isla cartagenera de Barú, el 10 de mayo de 2022.
El 12 de agosto de ese año, recién llegado a la Casa de Nariño, el presidente trinó: “La investigación sobre el asesinato del fiscal Marcelo Pecci cometido por el narcotraficante uruguayo Marset en territorio colombiano demuestra que hace mucho el narco dejó de ser un problema bilateral colombo estadounidense y es hoy un problema americano y mundial”.
A partir de allí, Petro no ha parado de mencionar a Marset, tanto en sus redes sociales como en los eventos públicos en los que participa.
Por citar menciones recientes, el 4 de febrero de 2025, en un consejo de ministros, el jefe de Estado exclamó: “¿Por qué la muerte del fiscal Pecci quedó en manos del fiscal Burgos? Y el fiscal Burgos sacó al asesino del proceso, que es el narcotraficante Marset”.
El pasado 23 de julio volvió a trinar al respecto, aprovechando para fustigar a los fiscales que procesaron a su hijo Nicolás Petro por lavado de activos, y que él considera sus enemigos.
“Este señor Marset es uruguayo de la junta del narcotráfico de Dubai, posible autor intelectual del asesinato del fiscal paraguayo Pecci en Cartagena. En la investigación del asesinato fue borrado su nombre del expediente por el fiscal Burgos, protegido de Mancera y Barbosa”, publicó en X.
¿Pero quién es en realidad ese hombre, Sebastián Marset Cabrera, con quien el presidente Petro parece obsesionado?
La historia del narcotraficante Sebastián Marset
Tal cual ha publicado EL COLOMBIANO en varios reportajes, nació el 10 de abril de 1991 en Montevideo, Uruguay, según los datos de arraigo de la Circular Roja de Interpol que pesa en su contra.
Le encantaba el fútbol, pero no logró encajar en ningún club profesional y desde joven se enroló con grupos de delincuencia común, con los que adquirió sus primeros antecedentes penales por hurto y posesión de drogas. Pasó breves periodos en prisión, hasta que lo arrestaron entre 2012 y 2018 por narcotráfico de marihuana.
Duró poco tiempo en libertad, y ese mismo año lo detuvieron por el asesinato de un supuesto socio del bajo mundo, llamado Alfredo Roldán. Pasó dos años más tras las rejas, y finalmente fue absuelto.
Esa temporada de ocho años en la cárcel, de la cual se han publicado pocos detalles, fue fundamental en su transformación de delincuente juvenil a capo del narcotráfico.
Aún se desconoce quién fue su padrino en la mafia, pero es claro que en la penitenciaría estableció conexiones con el crimen organizado transnacional.
Cuando recobró la libertad en 2021, ostentaba la fachada de un productor musical adinerado, que conducía carros deportivos y salía a rumbas con modelos.
Se convirtió en accionista del Club Deportivo Capiatá, en la liga de ascenso de Paraguay, e hizo parte de su nómina de jugadores, participando en varios partidos. Algo similar hizo en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, donde compró el onceno Los Leones de El Torno F.C., usando la falsa identidad de Luis Amorim Santos.
Todo aquello no era más que una cortina de humo para gerenciar su verdadero equipo: el Primer Cartel Uruguayo (PCU), una estructura con tentáculos en el sur del continente, redes de exportación de cocaína boliviana y colombiana a EE.UU. y Europa, así como un gran número de empresas para camuflar las ganancias.
El fiscal Marcelo Pecci fue uno de los funcionarios que más atacó sus finanzas, en asocio con la DEA, por lo que se sospecha que Marset fue quien puso el dinero para quitarle la vida.
La justicia de EE.UU. le abrió un expediente por lavado de activos y ofreció US$2 millones por su captura.
En Colombia no hay una orden de arresto en su contra, a pesar de la constante presión que ejerce el presidente Petro.
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