Marrero Cruz presume de “estrategia” mientras Cuba sobrevive a oscuras

MADRID, España.- En lugar de ofrecer una solución concreta al apagón nacional que mantiene a casi toda Cuba sin electricidad desde hace un día, el primer ministro Manuel Marrero Cruz volvió a recurrir a las habituales promesas vacías del régimen. El funcionario aseguró en televisión y en redes sociales que el servicio eléctrico se restablecería lo antes posible, llamando a la población a confiar en las autoridades.

Marrero habló de la recuperación de unos 500 megavatios y del arranque de varias unidades, además de la supuesta “estrategia bien definida” para enfrentar la situación.

“Tengo la confianza en los trabajadores de la UNE y en que se va a hacer en el tiempo mínimo y que lo más temprano que se pueda iremos restableciendo para pasar estar experiencia negativa. Un abrazo grande y confianza, que estamos haciendo todo lo posible para restablecer el servicio”, dijo Marrero Cruz desde el Despacho Nacional de Cargas.

Sin embargo, en la práctica, gran parte del país sigue sin electricidad, con graves consecuencias en hospitales, suministro de agua, transporte, telecomunicaciones y la conservación de alimentos.

Ciudadanos de todas las provincias reportan estar a oscuras desde hace más de un día, cuestionando los partes de la Unión Eléctrica y denunciando la falta de transparencia en la gestión de la crisis.

La desconexión total, que se originó tras la salida de la termoeléctrica Antonio Guiteras de Matanzas, ha dejado al país en un nuevo colapso del Sistema Eléctrico Nacional (SEN). Es el quinto apagón general en menos de un año y vuelve a poner de manifiesto el fracaso del modelo energético cubano, sostenido con parches y propaganda.

El régimen insiste en pedir paciencia y confianza, pero los apagones reiterados, la obsolescencia de las termoeléctricas y la falta de inversión en infraestructura energética evidencian que el problema es estructural. Mientras tanto, Marrero se limita a repetir consignas que nadie cree, en un intento desesperado por sostener una narrativa oficial desconectada de la realidad de la población.