Grave accidente en termoeléctrica Renté deja a un trabajador en estado crítico

MADRID, España.- Un trabajador de la termoeléctrica Antonio Maceo (Renté), en Santiago de Cuba, resultó gravemente herido durante la madrugada de este lunes tras la ruptura de una tubería de vapor a 10 atmósferas en la unidad 5 de la planta, recientemente sincronizada con 25 megavatios de potencia.

De acuerdo con la denuncia publicada en la página de Facebook La Tijera, el hombre, de 31 años, sufrió quemaduras en el 89% de su cuerpo y, en medio del pánico, cayó por una escalera de más de cinco metros, lo que le provocó un fuerte traumatismo craneal. Su estado fue calificado como crítico y reservado.

La publicación señala que los mantenimientos en la termoeléctrica se realizan “con las manos vacías, con nada, absolutamente nada”, en alusión a la carencia de insumos para la reparación y operación de los equipos. Así explicaron trabajadores del lugar al citado medio.

Tras el accidente, los propios compañeros del operario tuvieron que recolectar dinero para adquirir huevos, un producto utilizado en el tratamiento de quemaduras, debido a la escasez de suministros en el hospital donde fue ingresado.

Según La Tijera, autoridades del Ministerio del Interior ordenaron silenciar la información para impedir la divulgación de detalles sobre lo ocurrido y sobre la identidad del trabajador herido.

El accidente ocurre en el contexto de la profunda crisis energética que vive Cuba, donde los apagones de más de 12 horas diarias se han convertido en rutina y las plantas generadoras acumulan averías una tras otra. La incapacidad del régimen para dar mantenimiento o emprender remodelaciones profundas en las obsoletas termoeléctricas obliga a los trabajadores a sobrecargarse de labores y forzar arranques continuos en equipos que ya no resisten el esfuerzo.

La unidad 5 de Renté, en particular, llevaba años funcionando de manera intermitente, con paradas frecuentes desde 2024 y solo había logrado reiniciar operaciones parciales poco antes del siniestro.

A ello se suma la escasez crónica de recursos, tanto en la propia planta como en el sistema de salud, lo que dejó al herido sin atención adecuada en un primer momento. El secretismo oficial, que intenta silenciar los accidentes y sus consecuencias, no hace más que subrayar la precariedad estructural que soportan los operarios y, en última instancia, la población entera.

Según el informe Protección del Trabajo. Indicadores seleccionados, en 2024 se registraron 934 accidentes laborales en Cuba, para un total de 975 trabajadores lesionados y 52 fallecidos.