Lo que debe saber sobre el despliegue naval de EE.UU. cerca de las costas de Venezuela – Nicaragua Investiga
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- agosto 27, 2025
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El ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López (derecha), habla durante una rueda de prensa en Caracas el 27 de agosto de 2025. AFP/NI
En medio de crecientes fricciones entre Washington y Caracas, los despliegues navales estadounidenses en aguas cercanas a Venezuela han marcado puntos de inflexión en la dinámica regional, combinando esfuerzos antinarcóticos con presiones políticas contra el régimen de Nicolás Maduro.
Estos son cinco momentos basados en patrones históricos de confrontación que revelan una estrategia estadounidense de contención frente a acusaciones de narcotráfico y desestabilización. Estos episodios no solo resaltan el uso de la fuerza naval como herramienta diplomática, sino también las respuestas venezolanas que escalan el riesgo de incidentes en el Caribe.
- Operación Antinarcóticos de 2020: Durante la crisis del COVID-19, el gobierno de Donald Trump anunció el envío de destructores navales, buques de combate, aeronaves y helicópteros al Caribe, duplicando la capacidad militar estadounidense en la zona. El objetivo declarado era interceptar envíos de drogas, acusando directamente a Maduro de conspirar con grupos rebeldes colombianos para inundar EE.UU. con cocaína. Este movimiento, que siguió a cargos federales contra el líder venezolano, intensificó las sanciones y simbolizó un endurecimiento de la postura contra Caracas, aunque Maduro lo tildó de distracción pandémica. El impacto perdura en la narrativa de Venezuela como eje del narcoterrorismo.
- Sobrevuelos Estadounidenses en Guyana en 2024: En mayo de 2024, aviones de combate F/A-18 de la Armada de EE.UU. sobrevolaron Georgetown, capital de Guyana, como demostración de cooperación de seguridad en medio de la escalada militar venezolana en la frontera del Esequibo. Aunque no fue un despliegue naval directo, este acto respaldó a Guyana ante las reclamaciones territoriales de Maduro, destacando la proyección de poder aéreo-naval estadounidense en aguas adyacentes a Venezuela. El evento subrayó alianzas regionales contra Caracas, exacerbando tensiones que podrían derivar en conflictos híbridos.
- Anuncio de refuerzos marinos en agosto de 2025: El 15 de agosto de 2025, el Pentágono reveló el envío de más de 4.000 marines y marineros, incluyendo el buque anfibio USS Iwo Jima y otros de su grupo de preparación, a aguas de América Latina y el Caribe. Enfocado en misiones contra carteles, este despliegue representa una escalada bajo la administración Trump, reviviendo tácticas de 2020 pero con mayor envergadura. Su razón: frenar el flujo de fentanilo atribuido a redes vinculadas a Maduro. El impacto geopolítico radica en su potencial para alterar equilibrios de poder, forzando a Venezuela a reevaluar alianzas con potencias como China.
- Envío de destructores Aegis en agosto de 2025: Cuatro días después, el 19 de agosto, EE.UU. confirmó el avance de tres destructores misilísticos guiados —USS Gravely, USS Jason Dunham y USS Sampson— hacia aguas frente a las costas venezolanas, con planes de permanencia por meses. Esta maniobra, parte de la campaña contra narcotráfico, eleva la recompensa por Maduro a 50 millones de dólares y apunta a carteles supuestamente protegidos por Caracas. Representa un desafío naval directo, aumentando el riesgo de confrontaciones marítimas y reflejando una doctrina de máxima presión que podría desestabilizar la región.
- Movilización de milicias venezolanas en respuesta a despliegue de EEUU. Inmediatamente tras los anuncios estadounidenses, Maduro ordenó el despliegue de 4.5 millones de milicianos armados con misiles y rifles, activando planes especiales para defender soberanía marítima. Calificando las acciones de EE.UU. como «amenazas extravagantes», esta reacción del 19 de agosto transforma el despliegue naval en un catalizador de militarización interna venezolana. Su impacto: fortalece la narrativa antiimperialista de Caracas, potencialmente atrayendo apoyo de aliados como Rusia o Irán, y eleva el espectro de incidentes accidentales en alta mar.
Nicaragua Investiga