
Hasta los ancianos quieren casarse con extranjeros para emigrar
- Cuba
- julio 27, 2025
- No Comment
- 8
Lo inconcebible es que una persona anciana busque casarse no para tener un acompañante sentimental, sino para que le ayude a irse de su país.
LA HABANA, Cuba. – Podrá parecer inconcebible, pero hay cubanos y cubanas de edad avanzada que, como mismo hacen algunos jóvenes, buscan contraer nupcias con extranjeros para irse de Cuba.
Supe de uno de esos casos a través de una persona allegada: el de una mujer de 70 años, cuyo nombre omito por discreción, que hace seis meses entró en relación a través de un sitio de solicitud de amigos en Facebook, con un panameño residente en México cuya edad ronda los ocho décadas.
Desde entonces, conversan por videollamada tres veces al día, con frases propias de enamorados. Un amor platónico, algo que no sería extraño, pues los sentimientos no tienen edad. Solo que en este caso, el fin perseguido por ella, está lejos del amor: lo que busca es que la saquen de Cuba.
El extranjero ya hizo el compromiso de casamiento, y ambos iniciaron trámites legales con abogados, notarios, oficinas consulares en ambos países, y están pensando fijar una fecha probable para la boda.
Él ha enviado algún dinero (poco, no llega a los 100 dólares) para la obtención del pasaporte de ella.
Según me contaron, para lograr una rápida salida, deben casarse primero en Cuba, después en el país de él. De lo contrario, realizar el trámite por carta de invitación, legalizar el compromiso en el país de él, después regresar a Cuba para hacerlo aquí, y así mantener ella la ciudadanía cubana y poder adquirir residencia en el otro país.
Todas estas gestiones y gastos debe afrontarlas él, pero según me dicen, el hombre no parece tener capital suficiente, además de no disponer de tiempo para realizar las diligencias, porque aún trabaja.
Una propuesta hecha por el enamorado es que ella viaje a México para que trabaje allá y ayude a sus familiares en Cuba, porque él solamente se responsabiliza de mantenerla a ella.
Será bastante difícil que la mujer halle trabajo, no solo por su avanzada edad, sino también por su muy baja escolaridad.
Me cuentan que ella tiene indecisiones. Ansía conocer otro país, llevar una vida mejor, sin tantas privaciones y dificultades, pero no quiere irse de Cuba de manera definitiva y abandonar a sus hijos y nietos.
Ya está algo desilusionada por las complejidades y las tardanzas de las gestiones, y no sabe qué rumbo tomar. Ha dicho a sus amigas que está “probando, a ver si el asunto se da” y, que si no, tratará de “sacarle algo al viejo”.
Que dos adultos mayores deseen casarse no es extraño. Hace años fui testigo de una boda por la iglesia en el Hogar San Rafael, consumada por dos ancianos asilados allí, ante el padre español Simón Aspiru. Por desgracia uno de los contrayentes murió de cáncer poco tiempo después.
No es nueva la manera de encontrar pareja sin conocerse personalmente, bien se trate de jóvenes o viejos. En la antigüedad, reyes y emperadores entregaban a sus hijas en matrimonio a otros soberanos, con el fin de mantener una alianza estratégica de Estado. Los contrayentes se veían por vez primera el día de la boda. En tiempos más recientes, a través de la radio, la televisión y por correspondencia, se lograban establecer compromisos y futuros matrimonios. Ahora los avances tecnológicos posibilitan esto a través de las redes sociales.
Lo inconcebible es que una persona anciana busque casarse no para tener un acompañante sentimental, sino para que le ayude a irse de su país.
El caso que refiero permitiría a Disney hacer una nueva versión del clásico Cenicienta, aunque tendrían que sustituir al príncipe apuesto y la bella doncella por dos ancianos de rostros arrugados, y el zapatico de cristal por un teléfono celular.
Lo que explica que se produzcan situaciones como esta es la agobiante vida que llevamos los cubanos ante las carencias de todo tipo, los constantes e insufrible apagones, las dificultades para moverse por el casi inexistente transporte público, las extensas y agotadoras horas dedicadas a buscar lo necesario, los exorbitantes precios, los bajos salarios, la escasez de medicamentos. Todo ello genera un elevadísimo nivel de estrés, que hace insoportable la existencia y conduce a una estampida migratoria por cualquier medio. Esa estampida ya no se limita solo a los jóvenes.
ARTÍCULO DE OPINIÓN Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no necesariamente representan la opinión de CubaNet.
Sigue nuestro canal de WhatsApp. Recibe la información de CubaNet en tu celular a través de Telegram.