“Despreciar al Congreso, periodistas y opositores es autocracia”: Cepeda ante Petro

La instalación del último periodo legislativo del Congreso (2025-2026) inició con un aplaudido discurso del saliente presidente del Senado, Efraín Cepeda (Partido Conservador). Esta será el último periodo que sesione el actual Congreso bajo el mandato de Gustavo Petro.

En su intervención, Cepeda dedicó —sin mencionar directamente al presidente de la República, pero sí tácitamente— sus palabras a rechazar los señalamientos infundados que ha hecho Petro contra el Congreso (cuando los llamó “HP’s”) y el descrédito a otras instituciones del Estado que toman decisiones adversas a su Gobierno, así como los agravios al ejercicio de la prensa.

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“Tuvimos que levantar la voz sin estridencia, pero con firmeza para recordar a la nación que el Congreso no es una institución decorativa, es uno de los tres pilares que sostienen la arquitectura republicana. Es el lugar donde todas las voces tienen derecho a existir. Es el escenario de la pluralidad convertida en ley y no la antesala del pensamiento único”, dijo el senador Cepeda en el inicio de su discurso.

Al respecto, afirmó que el año legislativo que termina fue uno en que “nos enfrentó al desafío de proteger esa libertad de pensamiento defendimos la autonomía del Congreso frente a una cultura política que a veces confunde disenso con la traición, el control con la obstrucción y la crítica con el odio”.

“Debatir no es un acto hostil, cuestionar no es sabotear, oponerse no es obstruir. La política democrática no es la imposición de una voluntad, sino la construcción de acuerdos entre voluntades diversas”, expresó.

Cepeda, sin levantar la voz y haciendo pausas para tomar agua, puso el dedo en la llaga sobre las posturas del Gobierno Petro referentes a los que llaman “bloqueo institucional”. En ese sentido, manifestó que “cuando el poder no entiende esto, cae en la tentación de anular al contradictor y cuando eso ocurre ya no estamos ante un gobierno democrático, sino ante una voluntad absolutista”.

“A lo largo de estos meses hemos visto cómo se intenta transformar la discrepancia en delitos, la autonomía en insubordinación, la independencia en enemistad y hemos sido testigos de la descalificación sistemática de todo aquel que piensa distinto”, agregó seguido de un aplauso de gran parte del recinto.

Posteriormente, se refirió a los constantes ataque que hace el presidente Petro contra sus contradictores políticos y las instituciones del Estado que están por fuera de su control. “Se insultan, ya no se discuten ideas. Se estigmatizan personas”, expresó.

“Este clima de polarización no es nuevo, pero se ha agudizado. Ese mesianismo político —que lo hemos visto en distintas épocas bajo diferentes ideologías— siempre termina debilitando la democracia. Como bien lo advertía Alexei de Toqueville, los pueblos pueden dejar de ser libres no solo por la fuerza del tirano, sino también por la indiferencia ante la erosión paulatina de las instituciones”, acotó Cepeda.

Sobre esa “erosión” expuso que “empieza cuando se relativiza la importancia de los pesos y contrapesos” y “cuando se desprecia el Congreso, se descalifica la justicia, se desacredita la prensa o se cuestiona sin pruebas a los órganos electorales”.

“Que sin separación de poderes no hay república, que sin autonomía del Congreso no hay representación, que sin justicia independiente no hay garantía de derechos, que sin prensa libre no hay control, que sin un órgano electoral confiable no hay democracia”, añadió el saliente presidente del Senado.

Después advirtió que “ningún poder democrático puede pretender convertirse en conciencia moral única, en tribunal de la verdad, en intérprete exclusivo de los derechos populares. Los pueblos son diversos, plurales, contradictorios”. Y en seguida dijo que el Parlamento, aun con sus errores, “es el reflejo más fiel de esa complejidad social”.

Así mismo, recordó que en el último año le sirvió al país para tener en cuenta que “el respeto entre poderes no es cortesía institucional, sino base de la convivencia republicana”.

“Hemos escuchado discursos que en lugar de proponer agravian, que no buscan persuadir sino destruir, que no pretenden ganar el debate sino silenciar al adversario. Hemos sido objeto de señalamientos infundados, se ha insinuado que el Congreso obstruye por egoísmo, que actúa por cálculos políticos, que no representa al pueblo y, sin embargo, el Congreso sigue aquí: sesionando, tramitando, deliberando, votando, no por inercia sino por convicción”, indicó Efraín Cepeda.

Después, insistiendo en la defensa por la democracia y criticando la división que impulsa el presidente de la República, agregó que “la democracia no es el gobierno de una parte del pueblo contra otra, sino el gobierno de todos con respeto a todos. Esa es la raíz del principio republicano”.

“Cuando se agrede a la justicia, se presiona a los jueces, se calumnia a la prensa o se pretende intervenir los organismos electorales, se está dinamitando esa raíz. Porque la democracia no solo necesita mayorías, necesita contrapesos, necesita reglas, necesita controles, necesita verdad, no propaganda”, enfatizó el saliente presidente del Congreso.

Finalmente, pidió a los ciudadanos no dejarse “por el discurso del desprecio”. Sobre este punto, expuso que “despreciar al Congreso, despreciar a los jueces, despreciar a los periodistas, despreciar a los opositores, despreciar a las instituciones es el camino seguro a la autocracia”.

Cepeda cerró su intervención diciendo: “el Congreso es el camino”. Estas palabras le valieron aplausos de gran parte del Salón Elíptico, en donde se realiza la instalación del periodo legislativo con la presencia de todos los parlamentarios.

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