Fallece Rigoberto Senarega, referente de la fotografía y el cine documental cubanos

MIAMI, Estados Unidos. – El director de fotografía, documentalista, profesor y corresponsal de guerra cubano Rigoberto Senarega Madruga falleció en la madrugada de este 14 de julio en La Habana, a los 65 años de edad, víctima de un infarto cardíaco, según informó la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC, estatal).

El cadáver de Senarega Madruga está expuesto actualmente en la funeraria de Santa Catalina. Su sepelio está previsto para este lunes a las 3:00 p.m.

Nacido en Matanzas en 1960, fue uno de los fundadores del movimiento de cine aficionado en Cuba y miembro activo de los cine clubes desde la década de los 80. En ese contexto, filmó más de 20 obras en 16 mm —entre documentales y películas de ficción—, muchas de las cuales fueron premiadas por su destacada fotografía.

Licenciado en Geografía-Pedagogía en 1983, ejerció como profesor de Fotografía en el Instituto Superior de Arte (ISA). A partir de 1984 inició su carrera profesional en la productora TRIMAGEN, y colaboró posteriormente con el Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) y el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), donde trabajó en seriados, documentales y filmes de ficción.

De acuerdo con el obituario publicado por la UPEC, su impronta visual, sensible y comprometida, marcó numerosos proyectos que se convirtieron en referentes para varias generaciones. A lo largo de más de dos décadas fue camarógrafo y director de fotografía en cientos de productos audiovisuales: noticias, reportajes, documentales, trabajos especiales, publicidad, series, telefilmes y filmaciones submarinas.

Senarega Madruga también participó como documentalista en la cobertura de la batalla de Cuito Cuanavale, Angola, adonde fue enviado por el régimen cubano. Ese episodio quedó registrado en su documental Gracias por el miedo, donde narra la experiencia humana de los corresponsales cubanos en el conflicto.

Su obra fue reconocida tanto dentro como fuera de Cuba. Participó en festivales y muestras en países como España, Italia y Estados Unidos. Además de sus trabajos con instituciones oficiales cubanas, prestó servicios para televisoras internacionales como NBC, BBC y Televisión de Galicia, y produjo varios documentales de forma independiente.

Entre las más de 30 producciones en las que participó se destacan Ecos (1987, dir. Tomás Piard), Un pedazo de mí (1989, dir. Jorge Luis Sánchez), La Americana (1990, dir. Luis Orlando Deulofeo), Enigma (1996), ¿La vida en rosa? (2004), El hombre de Venus (2003), Los dioses rotos (2008), Los últimos gaiteros de La Habana (2004), Pensar con el corazón (serie documental de 20 capítulos), Caballero de La Habana (1998) y Castillos de arena (2005).

“Con el fallecimiento de Rigoberto Senarega, el cine cubano pierde a otro de sus hijos. Nos conocimos a mediados de los 80 cuando ambos comenzábamos. Hacíamos cine con Tomás Piard y todo lo que ello conllevaba: ilusiones y sacrificios”, escribió en su cuenta de Instagram el actor Héctor Noas.

El actor también resaltó la calidad humana de Senarega Madruga. “Fuiste un ser humano muy noble y solidario. Contigo se trabajaba maravillosamente”, se despidió.