Masones cubanos en el exilio condenan la injerencia del régimen

LA HABANA.-A través de una carta pública a la que tuvo acceso Cubanet, masones cubanos radicados en el exilio, expresaron su profunda preocupación y absoluto rechazo ante los acontecimientos que, según denunciaron, atentan contra la autonomía y soberanía de la masonería cubana.

En el comunicado señalan la intromisión del régimen cubano en los asuntos internos de la Orden, ejecutada mediante el Ministerio de Justicia (MINJUS) y la Oficina de Atención a Asuntos Fraternales y Religiosos del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, instancias que —afirman— han llegado incluso a imponer un Gran Maestro y deslegitimar al Supremo Consejo en la Isla.

De esta manera, los masones exiliados se sumaron al reclamo por la soberanía de una institución en la que muchos de ellos se iniciaron antes de afiliarse a las logias en Miami.

Desde hace varios meses, masones dentro de Cuba han venido denunciando la injerencia del régimen, cuyo objetivo sería controlar la Orden. Aunque destituido por la Alta Cámara, el MINJUS sigue reconociendo como Gran Maestro a Mayker Filema, respaldo que —según la denuncia— le ha permitido usurpar el cargo e implementar persecuciones contra los hermanos que se le oponen o resultan incómodos al poder dictatorial.

Como consecuencia, cientos de logias han sido suspendidas y numerosos masones expulsados o privados de sus derechos masónicos, situación que ha sumido a la masonería cubana en una crisis interna que pone en riesgo la unidad mantenida durante más de 165 años.

Paralelamente, se intenta también deslegitimar al Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo en Cuba, José Ramón Viñas Alonso, quien ha sido objetivo de la Seguridad del Estado desde que condenara públicamente la represión de las protestas del 11 de julio de 2021 contra manifestantes pacíficos.

Esta crisis institucional, orquestada y respaldada por autoridades como el MINJUS, fue expuesta públicamente el pasado 14 de junio durante una conferencia de prensa celebrada en la Gran Logia de Cuba.

“Como institución iniciática, filantrópica e independiente —explica el comunicado de los masones exiliados—, la masonería no puede ni debe ser sometida a presiones políticas, ideológicas o gubernamentales. Nuestra estructura y valores son incompatibles con toda forma de control autoritario. Defender la independencia de nuestras obediencias no es solo un deber masónico: es un deber moral”.

Por ello, declararon su absoluto respaldo a los masones en la Isla que resisten los intentos de cooptación política, y condenaron las intervenciones externas en la Gran Logia de Cuba. Asimismo, manifestaron su disposición para colaborar “con todas las obediencias regulares del mundo que, como nosotros, no toleran la politización de la Orden”.

“La historia de la masonería en Cuba está tejida con valor, sacrificio y amor a la libertad. No podemos permitir que fuerzas ajenas destruyan lo que tantos hermanos construyeron con esfuerzo y virtud”, concluye la declaración.

El documento fue refrendado por Guillermo Julien y Carlos Goicolea, Gran Maestro de la Gran Logia Unida de las Antillas y Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del Grado 33 de la Lengua Española para el Sur de los Estados Unidos, respectivamente. Ambas instituciones reúnen a miles de afiliados y, aunque independientes, son fruto de décadas de éxodo masónico cubano hacia Estados Unidos.