Oscar Casanella enfrenta este martes audiencia decisiva de asilo en EE. UU.

MADRID, España.- El opositor cubano Óscar Casanella comparecerá este martes 24 de junio a las 8:30 de la mañana en una audiencia crucial ante la corte de inmigración de Brickell, en Miami, donde se decidirá si puede permanecer en Estados Unidos bajo asilo político o si será deportado, posiblemente de regreso a Cuba, de donde salió bajo amenaza de prisión.

El científico y exprofesor de la Universidad de La Habana, perseguido durante años por su activismo, teme represalias inmediatas si es devuelto a la isla.

La audiencia, a la que irá representado por las abogadas Delian Equiles y Kenia García, del bufete Garcia & Qayum Law Group, se celebrará el mismo día en que su hijo mayor cumple años, una coincidencia que Casanella espera que termine de manera positiva.

Según explicó su abogada explicó: “Pueden subir una moción a la corte ese día o presentarla oralmente pidiendo desestimar el caso. La otra opción sería que el juez niegue el caso de asilo, y de esa manera tendríamos la posibilidad de apelar. Si lo procesan bajo deportación expedita, entonces solo quedaría pedir una entrevista de miedo creíble”.

“Mi temor es que las autoridades migratorias, digamos que implementen medidas generales sin personalizar caso a caso”, señaló en declaraciones a Telemundo 51.

Tras salir de Cuba el 10 de diciembre de 2021, Casanella llegó a Estados Unidos el 16 de enero de 2022 por la frontera de El Paso, Texas. Desde entonces permanece bajo libertad condicional migratoria con el formulario I-220A, que no le otorga un estatus legal estable ni acceso a beneficios como la Ley de Ajuste Cubano.

Unas horas antes del juicio, Casanella ha recordado sobre su travesía antes de llegar a EE. UU.: “Es como un libro cómo yo llegué a Estados Unidos. Incluye que Nicaragua me negó la entrada y me lo informó justo cuando iba a tomar el segundo avión, o sea, la segunda escala para viajar a Nicaragua y quedé en un limbo de aeropuerto. También incluye una detención por las autoridades mexicanas”.

Durante esa detención, él y su esposa fueron obligados a firmar una renuncia al asilo en México: “En un interrogatorio en prisión las autoridades migratorias mexicanas me obligaron a mi esposa y a mí a escribir y firmar una carta donde rechazábamos pedir asilo político, cosa que yo quería. Yo intenté pedir asilo político en México, pero ellos me dijeron que no iba a pedir asilo político y que si lo hacía iba a estar preso durante tres años, iba a estar separado de mi esposa sin comunicación y probablemente finalmente nos iban a deportar a Cuba”.

Finalmente, cuando fueron trasladados en un vuelo que haría escala en Bogotá antes de llegar a La Habana, lograron evitar la deportación: “Por suerte, las autoridades migratorias colombianas se apiadaron de nosotros y no nos deportaron para Cuba”.

“Todo me salía mal. Parecía como que la policía política cubana había arreglado todo para que en todos los países yo tuviera problemas y se negaran a tramitarme salvoconductos”, añadió.

Ante la imposibilidad de seguir rutas formales, Casanella y su familia cruzaron clandestinamente Nicaragua y México. “Tuvimos que cruzar ríos, subir y bajar barrancos, dormir a la intemperie”, relató. “Todas las tardes [mi hijo] lloraba y preguntaba ‘¿vamos a pasar la noche aquí, papá? ¿Por qué? ¿Por qué estamos haciendo todo esto?’”.

A pesar de haber solicitado también un parole humanitario, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) no ha respondido, según explicó.

“Si Cuba me acepta, probablemente me lleven directamente a prisión. Y si no me acepta, no sé a qué país podrían deportarme”, declaró Casanella a Diario de Cuba.

“En una de las entrevistas, me preguntaron si quería ser enviado a algún país en caso de que no pudiera ser deportado a Cuba, pero no respondí, porque no me siento seguro en ningún país de Latinoamérica, ni siquiera en España. Creo que la inteligencia cubana tiene mucho poder de acción real en esos lugares. Donde más seguro me siento es aquí en Estados Unidos y también dentro de la comunidad cubana que hay aquí en el sur de la Florida, que me arropa y me protege”, concluyó.