Ortega ordena a su embajador en Irán visitar los sitios bombardeados por Israel – Nicaragua Investiga
- Nicaragua
- junio 22, 2025
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Mientras los principales países latinoamericanas evacúan sus representaciones diplomáticas de Teherán debido a la intensificación del conflicto entre Israel e Irán, Nicaragua mantiene su posición de respaldo incondicional al régimen islámico a través de su embajador Ramón Moncada Colindres, hermano del destituido canciller Denis Moncada.
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El diplomático nicaragüense, conocido por su alias militar «Macaco» desde los tiempos de la revolución sandinista, ha participado activamente en recorridos diplomáticos por sitios bombardeados por la aviación israelí en territorio iraní, consolidando la controvertida alianza entre ambos regímenes autoritarios.
Aislamiento diplomático regional
La decisión de Nicaragua contrasta dramáticamente con la postura adoptada por Argentina, Brasil, Uruguay, Chile, Bolivia y México, países que han procedido a evacuar sus embajadas en Teherán ante la escalada del conflicto. Esta medida preventiva refleja la preocupación internacional por la seguridad del personal diplomático en una zona de guerra activa.
Sin embargo, el régimen de Daniel Ortega ha optado por una estrategia opuesta, utilizando la crisis como plataforma para reforzar sus vínculos con Teherán y desafiar abiertamente a Israel y sus aliados occidentales.
Nepotismo y diplomacia ideológica
La designación de Ramón Moncada Colindres como embajador en Irán en 2023 evidencia la práctica sistemática de nepotismo que caracteriza al gobierno orteguista. Su nombramiento se produjo mediante el acuerdo presidencial 167-2023, otorgándole también la representación concurrente ante Siria, dos países que forman parte del llamado «eje de resistencia» regional.
Durante su gestión, Moncada Colindres ha empleado una retórica que trasciende las funciones diplomáticas tradicionales, adoptando un discurso partidario que compromete la imagen internacional de Nicaragua. Sus declaraciones públicas reflejan una militancia política que subordina los intereses nacionales a la agenda ideológica del sandinismo.
Implicaciones geopolíticas
La posición nicaragüense en el conflicto israelo-iraní tiene repercusiones que van más allá de las declaraciones diplomáticas. Según denuncias del consulado israelí en Costa Rica, el territorio nicaragüense sirve como base operativa para grupos vinculados al terrorismo internacional, facilitados por la ruptura de relaciones diplomáticas entre Managua y Tel Aviv.
Esta situación coloca a Nicaragua en una posición de vulnerabilidad geopolítica, alejándola de sus socios tradicionales en la región y comprometiendo su estabilidad económica y política a largo plazo.
Contexto de crisis regional
El timing de estas declaraciones resulta particularmente significativo, considerando que la región centroamericana enfrenta múltiples desafíos que requieren cooperación internacional. La decisión de Nicaragua de alinearse con regímenes que enfrentan sanciones internacionales limita sus opciones diplomáticas y económicas.
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Mientras otros países buscan mantener el equilibrio en sus relaciones internacionales, Nicaragua opta por una diplomacia confrontativa que prioriza la ideología sobre el pragmatismo, consolidando su aislamiento en el hemisferio occidental.
La permanencia del embajador Moncada Colindres en Teherán, participando en actividades que legitiman la narrativa iraní del conflicto, representa un claro ejemplo de cómo el régimen orteguista utiliza la diplomacia como herramienta de posicionamiento ideológico, independientemente de las consecuencias para los intereses nacionales de Nicaragua.
