
Este es el semblante con el que reapareció Ortega públicamente este sábado – Nicaragua Investiga
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- mayo 25, 2025
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Después de 24 días desaparecido y tras muchas especulaciones sobre su estado de salud, reapareció el dictador Daniel Ortega en el acto de entrega de 100 autobuses chinos a transportistas locales.
Sin embargo, la apariencia física del dictador se presta a más especulaciones. Luce desmejorado, más delgado y en ocasiones distraído.
Ortega aplaudía y tarareaba canciones de propaganda sandinista y muchas veces volteaba a ver hacia arriba y tenía movimientos lentos. Sus ojeras se miraban más pronunciadas.
Rosario Murillo en cambio apareció más sonriente que de costumbre y a como suele hacerlo siempre, comentaba a Ortega cosas al oído para que este las dijera al micrófono.
Durante esta semana varios medios de comunicación independientes especularon sobre la salud de Ortega indicando que estaría pasando por un cuadro crítico de insuficiencia renal. Los rumores acrecentaron con la prolongada ausencia del dictador, que en la nueva Constitución Política que impuso en enero eliminó la prohibición de que el presidente se desatendiera por más de 15 días de su cargo so pena de ser destituido. Ahora las dos únicas razones por las que Ortega puede ser separado de su puesto es por renuncia o muerte.
El medio oficialista Canal 8, propiedad del hijo de los dictadores Juan Carlos Ortega publicó fotos del evento con altos niveles de filtros activados, pero aun así es posible distinguir la deteriorada condición física del dictador sandinista.
Discurso repetido
El dictador hizo que los delgados chinos escucharan más de una hora de un discurso que fue idéntico al que ofreció durante su última aparición pública el pasado 30 de abril en el que contó cómo, según él, la iglesia católica lo convocó a una reunión secreta para exigirle su renuncia, algo que él habría fingido aceptar para hacer tiempo y organizar el desmantelamiento violento de los tranques.
«Estábamos organizando el despeje de los tranques y no duró mayor cosa, fue un relampagazo, fue una cuestión de horas», dijo el dictador entre risas.