
Mucho cuidado con Novabank S.A.
- Cuba
- mayo 16, 2025
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LA HABANA, Cuba.- Este 15 de mayo el Banco Central de Cuba emitió la Resolución 28/2025, con la cual autoriza la creación y operación de Novabank S.A., una entidad a la cual describe como “banco corporativo de capital totalmente extranjero” y financiado por las compañías canadienses Groupe Novinvest Inc. y Les Fonds Génération Nova Inc., dos empresas creadas por las mismas personas (el matrimonio conformado por Mario y Nancy Lussier) en mayo de 2022, y ambas domiciliadas en Quebec, compartiendo la misma dirección: 1341 B, rue Principale, Sainte-Julie, de acuerdo con los registros comerciales.
La noticia, sospechosamente divulgada hasta el cansancio en redes sociales por perfiles afines al régimen y, en más de un caso, manejados por este, ha sido recibida por algunos emprendedores del patio como un “acontecimiento” y hasta como un “hito significativo” en el sector financiero cubano, en tanto promete una serie de servicios de intermediación a bancos y entidades financieras, a empresas extranjeras y mixtas, incluso a entidades del sector no estatal (mipymes) con personalidad jurídica y a sedes diplomáticas, pero igualmente ha despertado numerosas dudas entre quienes tienen razón al preocuparse por quiénes son estos “desconocidos” a los que habrán de confiar su dinero, más cuando se trata de un negocio recién creado y, por demás, pactado con una entidad cubana como el Banco Central de Cuba, que cada día se torna menos confiable, sobre todo después de congelar las transacciones al exterior de las cuentas en divisas de empresas extranjeras radicadas en la Isla.

¿Qué es Novabank S.A.? ¿Qué son en realidad las empresas que se han fusionado para crearlo? ¿Quiénes son sus dueños y cuál es su relación con el régimen cubano y, mucho más importante, con el mundo de las finanzas? ¿Es Novabank S.A. un nuevo truco de la dictadura cubana para continuar saqueando dólares, una vez que le han fallado otros mecanismos igualmente articulados con el Banco Central o autorizados por este? ¿Hay razón para estar preocupados? Son algunas de las preguntas que en estos momentos nos hacemos en Cuba, sobre todo quienes hemos escuchado o leído otras veces el apellido Lussier, en relación con negocios que involucran a Canadá y Cuba aunque relacionados con el transporte, los equipos pesados, la importación de piezas de repuesto, el ensamblaje de motos y triciclos eléctricos.
Resulta que el Grupo Lussier lleva cerca de 30 años operando en Cuba mediante una de sus tantas subsidiarias, Terracam, cuya actual vicepresidenta, Nancy Lussier, es a su vez la presidenta de la Cámara de Comercio e Industria Canadá-Cuba (CCICC) desde 2016, y una ferviente defensora de los Castro, al punto de que ha sido, además de figura destacada en la creación de los llamados Grupos de Solidaridad con Cuba, en Quebec, la principal promotora de las inversiones de empresarios canadienses (y no canadienses) en Cuba.
En tal sentido, pudiera decirse que Novabank S.A. es el más reciente “favor” que Nancy Lussier le está haciendo a los Castro (y los Castro a los Lussier), así como también lo hiciera su padre en los años 90 cuando proveyó a Fidel Castro de los equipos para la construcción y el movimiento de tierras, imprescindibles para emprender el levantamiento de hoteles y terraplenes por toda la cayería norte de la Isla.
Novabank S.A. ha surgido de la conjunción de dos empresas totalmente en manos de Nancy Lussier y su esposo. En el caso de Novinvest Inc. (con número de registro 14011945, e incorporada el 4 de mayo de 2022), es descrita como una “corporación no distribuidora” con 50 o menos accionistas, dedicada al almacenamiento en frío y la logística. Por su parte, Les Fonds Génération Nova Inc. (con número de registro 14053249, e incorporada días más tarde, el 19 de mayo de 2022), se define como “sociedad de inversión” (holding) para la prestación de servicios de gestión de inversiones y cartera financiera.
Se pudiera decir que Novabank S.A. será en breve la fachada tras la cual —intentando esquivar sanciones provenientes de bancos estadounidenses— operaría a partir de ahora en Cuba el Scotiabank, en tanto el señor Carlo de Benedictis, principal representante de esta entidad bancaria en Cuba desde hace años, es a su vez —además de gran amigo de Nancy Lussier y de los Castro— miembro de la Cámara de Comercio e Industria Canadá-Cuba (CCICC) y parte de su Consejo de Administración.
Aunque no hay pruebas suficientes como para afirmar que Nancy Lussier (al igual que de su padre) ha sido durante más de una década un testaferro importante del régimen cubano, es importante prestar atención no sólo a cómo su nombre se encuentra estrechamente vinculado con el total de empresas de cubanos —incluso residentes en los Estados Unidos— registradas en Canadá (y que, por supuesto, no pertenecen al Grupo Lussier), así como el ensalzamiento que recibe por parte de la prensa oficial, siempre en lo relacionado con donaciones de piezas, equipos, así como la firma de contratos con entidades estatales para la producción de vehículos para el transporte.
Igualmente de sumo interés es que, en 2022 (el mismo año de creación de las dos entidades que dieron origen a Novabank), Nancy Lussier creó la empresa Rebus Pay, para gestionar el envío de remesas a Cuba, para lo cual, además, firmó en 2023 un contrato con Orbit S.A. con vistas a la creación de un monedero digital.
Con la nueva resolución del Banco Central, Novabank S.A. (o mejor dicho, Nancy Lussier) podrá abrir cuentas y mantener depósitos en moneda extranjera; realizará transacciones al exterior; recibirá y otorgará préstamos u otras modalidades de crédito o financiamientos; emitirá títulos-valores, tomará fondos prestados, reunirá capital para financiar sus operaciones, en fin, todo cuanto quiera hacer en asuntos de finanzas, todo demasiado “permisivo” y sin límites como para ser “extranjera” y, sobre todo, para ser cierto, en un contexto económico tan difícil, tan prohibitivo, tan excesivamente limitado como el cubano y donde, tras cada ley, decreto o resolución nuevos, se esconden viejas trampas y corruptos viejos, en fin, más dólares por estafar.