
Día de las Madres en Cuba: cuando un plato de comida es el mejor regalo
- Cuba
- mayo 11, 2025
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HOLGUÍN, Cuba. – “La mayoría no puede comprar ningún regalo. Mi salario de 4.600 pesos mensuales lo gasto solo en comida. Ahora los vendedores se aprovechan de la fecha para vender más caro”, dice Gabriel Mora Gil, un holguinero cuya declaración resume el sentir de muchos de sus coterráneos.
La inflación y la escasez han transformado la tradicional búsqueda de un regalo para mamá en una carrera de obstáculos. La alegría de agasajar se ve opacada por la cruda realidad de los bolsillos vacíos y los precios altos.
“Comprarle comida: en este momento ese es el mejor regalo para una madre. Un paquetico de pollo, dos libras de arroz y un pomo de aceite, ese es el regalo que yo le daré a mi mamá para que no pase hambre ese día”, dice Odalis Estévez Guillén.
Sus palabras reflejan un cambio de prioridades donde el afecto se materializa no en regalos, sino en la seguridad alimentaria, una meta cada vez más difícil de alcanzar para la familia cubana promedio.

Dayami Giraldo es una de las tantas trabajadoras que tiene el dilema de querer honrar a su madre y la imposibilidad material de hacerlo. “Están vendiendo perfume, jabón, champú, colonia, desodorante, crema desde 1.000 hasta 4.000 pesos, en dependencia del producto. Son precios que yo no puedo pagar con mi salario de 3.700 pesos mensuales. No podré regalarle nada a mi madre y eso me entristece mucho. Lo que debería ser un día feliz se convierte en un día amargo y frustrante”.
Algunas madres, conocedoras de las dificultades, deciden restar importancia a lo material. Rebeca Bacallao es una de ellas: asegura que prioriza el cariño diario sobre cualquier regalo, sin dejar de reconocer que la posibilidad de regalar para quien puede sigue existiendo.
“En estos tiempos de escasez y precios altos, el mejor regalo para mi es que me den un abrazo, y que me den cariño todos los días. No quiero regalo porque todo está caro”, dice.
Mientras los holguineros enfrentan estos dilemas personales, las tiendas estatales intentan, con dudoso resultado, aparentar normalidad y celebración.

Para el Día de las Madres, estos lugares desempolvan carteles alegóricos y decoran las vidrieras con módulos que incluyen champú, perfume y jabón. Son productos que habitualmente acumulan polvo en las estanterías, esperando que la fecha aliente a algún comprador distraído o desesperado.
Sin embargo, la estrategia parece condenada al fracaso: los productos se exhiben como objetos museables, intocables para la mayoría debido a sus elevados precios. El más barato de estos artículos no baja de los 15 dólares estadounidenses (5.550 pesos cubanos al cambio actual de 1 USD por 370 CUP en el mercado informal), una cifra inalcanzable para la inmensa mayoría de los cubanos.
“Los regalos en venta por el Día de las Madres de las tiendas del Gobierno son una formalidad para aparentar que están celebrando la fecha. Son productos que no se venden y el Gobierno tiene la esperanza de poder venderlos ahora, pero es una idea fracasada porque son muy caros. La verdadera celebración hubiera sido que bajaran los precios”, dice Leonor González, quien asegura haber recorrido en vano varias tiendas en busca de un regalo.
Por su parte, Dalia Armenteros califica el panorama actual como el peor que recuerda: “Este ha sido el peor año del Día de las Madres. Hasta el 2024 se veía más variedad y cantidad de opciones para regalar. Este año está flojo. La oferta no es variada, son regalos muy artesanales, poco atractivos y caros”, asegura.

El Día de las Madres, que en Cuba se celebra cada segundo domingo de mayo, está inspirado en una conmovedora historia que contrasta con las necesidades actuales de Cuba.
La festividad, tal como la conocemos hoy, es una iniciativa de principios del siglo XX de la estadounidense Anna Jarvis. Su idea era crear un día especial para que cada persona honrara a su propia madre, inspirada por el legado de trabajo comunitario de la suya. Tras ingentes esfuerzos, logró el reconocimiento oficial de la fecha en 1914 en Estados Unidos. Desde entonces, varios países adoptaron el segundo domingo de mayo para esta celebración.
En Cuba, la primera celebración por el Día de las Madres fue promovida por el doctor Eduardo Queral Mayo, un hecho que habría tenido lugar el 10 de mayo de 1919 en la logia Los Perseverantes, de Puerto Padre, en Las Tunas. Pero, según periódicos de la época, fue el 22 de abril de 1921 cuando, por una proposición del periodista Víctor Muñoz, la celebración ganó reconocimiento oficial al ser aprobada por el Ayuntamiento de La Habana.