
La mitad de Cuba sin luz: el sistema eléctrico colapsado por segundo día seguido
- Cuba
- abril 17, 2025
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MADRID, España.- La crisis energética en Cuba continúa agravándose con una segunda jornada consecutiva de apagones que afectan aproximadamente al 50 % del territorio nacional. La empresa estatal Unión Eléctrica (UNE) informó este jueves que las interrupciones en el servicio se deben a una combinación de escasez de combustible y averías en las centrales termoeléctricas, algunas de las cuales acumulan décadas de explotación sin una modernización adecuada.
Según las previsiones oficiales, durante el horario de mayor demanda, la capacidad máxima de generación será de 1.769 megavatios (MW), frente a una demanda estimada de 3.400 MW. Esto dejará un déficit de 1.631 MW y una afectación real de hasta 1.701 MW, lo que se traducirá en cortes prolongados durante las horas pico de la tarde y la noche.
Actualmente, siete de las veinte unidades de generación de electricidad están fuera de servicio por fallos técnicos o mantenimientos, lo que ha mermado aún más la capacidad operativa del sistema eléctrico nacional.
En los últimos años, Cuba ha enfrentado apagones frecuentes que han impactado severamente en la vida cotidiana de la población y en sectores económicos clave.
Expertos independientes señalan que el sistema eléctrico cubano sufre una infrafinanciación crónica que limita su capacidad de respuesta ante averías y dificulta cualquier plan de modernización. Por su parte, el régimen cubano responsabiliza a las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos que, según el discurso de los gobernantes, dificultan la adquisición de combustible y piezas de repuesto en el mercado internacional.

La modernización de la red eléctrica del país requeriría, según estimaciones técnicas, entre 8.000 y 10.000 millones de dólares, una inversión que actualmente está fuera del alcance del Estado cubano en medio de la profunda crisis económica en que ha sumido al país.
Mientras tanto, la población continúa lidiando con las consecuencias directas de los apagones: interrupciones en el suministro de agua, deterioro de alimentos por falta de refrigeración, y dificultades para el funcionamiento de hospitales, escuelas y otros servicios esenciales.