Denuncian golpiza contra la presa política Mayelín Rodríguez Prado, ‘La Chamaca’

MIAMI, Estados Unidos. – La joven Mayelín Rodríguez Prado, quien fue sentenciada por transmitir en Facebook las protestas antigubernamentales de agosto de 2022 en Nuevitas, Camagüey, sufrió una golpiza en la Prisión Provincial de Mujeres de Camagüey (conocida como Granja 5), donde cumple condena.

“[Las carceleras] le cayeron a golpes y se la llevaron a rastro para la celda. Estaba pidiendo cambio de galera y no le hacían caso”, denunció la activista Lizandra Villamen en un audio difundido en la red social X.

A inicios de este año, las autoridades penitenciarias ratificaron la condena de 15 años de privación de libertad impuesta a la presa política de 24 años.

Anteriormente, la propia Rodríguez Prado ha reportado condiciones inhumanas dentro de la penitenciaría. “Las reclusas viven en condiciones de extrema precariedad: no tienen acceso a agua potable, reciben una alimentación insuficiente y carecen de atención médica, así como de medicamentos esenciales”, subrayó en enero pasado el Centro de Información Legal Cubalex, tras obtener el testimonio de la presa política. 

Rodríguez Prado también ha denunciado la separación de las reclusas de conciencia del resto de la población penal y su traslado a galeras diferentes, un hecho que aumenta su aislamiento y vulnerabilidad. Asimismo, se ha referido a la falta de garantías legales en su caso: su abogado no ha mostrado interés en presentar más recursos, dejándola desprotegida ante el sistema judicial.

Por otra parte, Cubalex ha documentado que las autoridades han amenazado directamente a Rodríguez Prado con encerrarla en una celda de castigo debido a su protesta por la ratificación de su sentencia. Este acto —según las denuncias— restringiría aún más sus derechos fundamentales, como la libertad de expresión y la protección contra tratos crueles e inhumanos.

Mayelín Rodríguez Prado fue detenida tras las manifestaciones ocurridas en Nuevitas, Camagüey, los días 18 y 19 de agosto de 2022. En abril pasado, fue juzgada junto a otros 13 cubanos por su participación en esas protestas y recibió la condena más alta de entre todos los procesados: 15 años de cárcel.

La joven, de 24 años, fue arrestada en su casa por publicar en sus redes sociales imágenes de niñas pequeñas que fueron agredidas físicamente por agentes policiales mientras intentaban evitar el arresto de su padre durante las protestas en Nuevitas. Fue acusada y condenada por los presuntos delitos de “propaganda enemiga” y “sedición”.