Muerte de mujer por virus de la rabia en Jericó generó preocupación en la región, ¿qué dicen expertos?

Una mujer falleció en Jericó después de acoger en su casa a un tigrillo infectado con el virus de la rabia, según confirmaron las autoridades el 17 de marzo después de varios análisis. La investigación reveló que el tigrillo presentaba alteraciones nerviosas, pero no agresividad, lo que dificultó identificar el virus.

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La mujer, residente de este municipio de Antioquia, había sido trasladada el 12 de marzo a un hospital con un cuadro de meningitis (inflamación cerebral), uno de los síntomas más comunes del virus de la rabia cuando alcanza el sistema nervioso central, momento en el que la enfermedad se convierte 100 % letal.

Luego de que una persona es infectada por este virus, se tienen entre dos a diez días para someterse a un tratamiento que genera anticuerpos para así combatir el virus antes de que alcance el sistema nervioso central. Este tratamiento solo existe en seres humanos, lo que indica que si un animal tiene rabia lo único que se puede hacer es sacrificarlo para evitar que sufra, ya que comienzan a presentar síntomas como sensibilidad a la luz, desorientación y agresividad con un único desenlace: la muerte.

Luego de que se difundiera el caso, la población antioqueña se alarmó por posibles contagios de rabia en la zona. La médica veterinaria y zootecnista Natalia Uribe Corrales, docente del programa de Medicina Veterinaria de la Corporación Universitaria Lasallista, aseguró que las muertes por rabia en la región no suelen ser frecuentes.

De hecho, el último caso reportado en Antioquia antes de este ocurrió hace 29 años, y el más reciente que había ocurrido en el país fue en Neiva en 2020, cuando una mujer interactuó con un gato que tenía sintomatología nerviosa y estaba infectado con el virus.

Es por esto que se hace tan necesaria la vacunación contra la rabia en los animales de compañía. Lo ideal es que los animales de compañía como gatos y perros estén vacunados para así prevenir que se contagien, especialmente si son animales que salen al exterior.

Las autoridades ambientales del país realizan campañas de prevención. Por ejemplo, la Gobernación de Antioquia resaltó que en 2024 se vacunaron a 531.655 perros y gatos en el departamento y que para este año la meta es inmunizar a 800.000 animales contra la rabia. Con corte al 28 de febrero se han vacunado 122.691 perros y 12.326 gatos en Antioquia.

¿Y para los humanos? La médica veterinaria explica que en el país existe una vacuna contra la rabia que se aplica en humanos; sin embargo, esta no es obligatoria y suele ser aplicada en personas que manejan regularmente fauna silvestre, ya que estos animales no son vacunados contra la rabia.

“La fauna silvestre se convierte en el principal foco de contagio. No podemos vacunarlos contra la rabia porque no conviven con nosotros y son difíciles de rastrear, es difícil hacerles el seguimiento. Sin embargo, la vacuna contra la rabia es obligatoria en los animales de compañía por si entran en contacto con animales silvestres. También existe la vacuna para los bovinos”, aseguró.

El virus de la rabia es una virosis zoonótica tropical que causa miles de defunciones al año, el 40 % de ellas entre niños menores de 15 años, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Es un virus que se contagia de animales a humanos a través de mordeduras o arañazos de otros mamíferos. Cada mamífero es vulnerable a contraer este virus, y es más frecuente en animales como perros, gatos y fauna silvestre.

En Colombia, uno de los mayores portadores de este virus son los murciélagos hematófagos -porque suelen alimentarse de animales fallecidos que podrían haber tenido también el virus-, y estos muerden a otros animales, contagiándolos inmediatamente.

Si una persona es arañada o mordida por un animal del que se desconoce su historia —como le ocurrió a la mujer que falleció en Jericó— la invitación de la experta es a que se dirija a un centro asistencial de inmediato (de un día a diez) antes de presentar cualquier síntoma como fiebre, dolor de cabeza, saliva excesiva y desorientación, para evaluar un posible contagio de rabia. Solo con un roce se puede contagiar y si acude solo cuando se siente indispuesto, probablemente ya sea demasiado tarde.

En zonas urbanas no es común que los animales estén infectados del virus. Sin embargo, esta probabilidad aumenta en zonas veredales o rurales, ya que hay más presencia de otros animales como los murciélagos hematófagos, por lo que no es común que las personas se infecten en el país. Sin embargo, es un virus con presencia en todo el mundo. La OMS informa que este virus afecta a más de 150 países, especialmente en Asia y África, causando decenas de miles de defunciones al año.

Ahora bien, ¿es posible que un ser humano contagie a otro del virus de la rabia? Según comenta la experta, no ocurre con frecuencia y en la literatura científica se ha reportado solo por transfusiones de sangre, pero en el país “son rigurosos con eso, aquí no ha habido ningún caso similar”.

Si una persona fallece por el virus de la rabia, lo primero que se debe hacer es contactar a las demás personas que entraron en contacto con el animal infectado, explica Natalia Uribe Corrales.

También, las jornadas de vacunación para animales contra la rabia son claves para así prevenir el contagio. Las personas pueden detectar un animal con rabia si “presenta cambios comportamentales, expresa fotofobia o fobia al agua, porque son muy sensibles. También sus músculos pueden comenzar a fallar y pueden quedar paralizados”, informó la médica veterinaria.

Tanto los animales como los humanos pueden dejar de reconocer su entorno, “miradas perdidas, no hay respuesta de alerta”. Es por esto que en caso tal de que alguien quiera rescatar un animal callejero, especialmente en zonas rurales, lo primordial es usar implementos como guantes de carnaza y botas y evitar el contacto con estos animales hasta que se les haga una evaluación médica.

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Sin embargo, la experta explicó que estos casos de contagio de rabia en humanos en el país no suele ser frecuente, y se requiere del apoyo de las autoridades ambientales para que implementen jornadas de vacunación constantes.